Josep Lluís Alay no puede evitar hacer befa de la llamada fábula rusa en la cual se ha visto envuelto. Ayer, Alay aseguró al programa Més 324 que la polémica sobre los espías rusos no es nada más que "historias de fantasmas" situadas "en medio del duelo España-Catalunya y Estados Unidos-Rusia". Hoy, Twitter está lleno de comentarios y memes satirizando la situación, entre ellos el propio Alay.
El oro de Moscú
El último tuit del director de la oficina del presidente Puigdemont hace referencia a la expresión "el oro de Moscú", una teoría de la conspiración de la época franquista que aseguraba que el gobierno de la II República había trasladado gran parte de las reservas de oro del Banco de España a la Unión Soviética después de que la Guerra Civil estallara. A menudo, el régimen utilizaba este término para hacer propaganda antisoviética, demonizar a los republicanos y justificar la situación económica del Estado.
Ahora, la teoría de la conspiración parece vivir un renacimiento con el caso Volhov, en el cual Alay se ve implicado. Aunque el Fiscal rechazase investigar el entorno de Puigdemont porque las acusaciones de la Guardia Civil carecían de cualquier justificación jurídica y pruebas sustanciales, esta semana el diario New York Times revivió la "fábula rusa" con un artículo donde hicieron eco de la versión de la Guardia Civil y el juez del caso, Joaquín Aguirre.
Ayer, la prensa rusa y el mismo Puigdemont corroboraron que la implicación rusa en el procés es una "paranoia" del Gobierno, ideada para intentar desprestigiar el independentismo en el ámbito internacional. Es por eso que Alay ha satirizado hoy que la teoría franquista de "el oro de Moscú" todavía sigue viva.
Alay se defiende
Ayer, Alay asistió al programa 3/24 para dar su versión de los hechos. El jefe de la oficina de Puigdemont dio por hecho que la información del diario norteamericano ha salido "o bien de la Guardia Civil o del juez". "Eso no es propio de un Estado de derecho", indicó. ¿"Cómo podemos criticar Rusia viviendo en un Estado como en el que estamos? ¿Qué es esta hipocresía? No puedo ir a Rusia a dar lecciones por sus presos políticos, si yo también tengo. Es lo que le pasó a Borrell con el ministro de Exterior ruso", añadió.
Alay explicó que solamente ha ido una vez en Moscú como jefe de la oficina de Puigdemont, de la misma manera que viaja a otros países, para establecer contactos. "Allí fui una vez, con el señor Alexander Dimitrienco. Allí vamos a hablar de qué les interesa de un Estado catalán en un futuro. Alemania también ha hablado con Russia por su canal de gas, y nosotros podemos hablar de qué necesidades energéticas puede tener Catalunya en el futuro. Es normal hablar de estas cosas, para alguien que quiere un Estado independiente", insistió.