El gobierno de Pedro Sánchez quiere dejar claro que mantiene la presión a favor del catalán en Europa. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha emplazado a los embajadores españoles a defender el catalán, el gallego y el euskera en aquellos países en que están presentes y a seguir trabajando para que estas tres lenguas sean oficiales en la UE. Lo ha hecho en la apertura de la Conferencia de Embajadores que se celebra en Madrid. Se trata de un hecho inédito dado que, como reconocen fuentes del ministerio, es la primera vez que el ministro da instrucciones en este sentido ante una Conferencia de Embajadores.
En su intervención, Albares ha reclamando a los diplomáticos españoles que "sigan trabajando" para que las tres lenguas sean incluidas como oficiales en la Unión. "España tiene una riqueza lingüística que merece ser acogida y reconocida en la UE porque es nuestra identidad y nuestro interés nacional", ha asegurado.
Orgullo
El ministro ha insistido en este tema al referirse a la voluntad de reforzar este año la labor que lleva a cabo el Instituto Cervantes para la promoción del español. Ha advertido a los embajadores que tienen que acompañar este objetivo impulsando acciones de difusión de la lengua y la cultura española. "Todo eso es labor prioritaria vuestra. Y también lo es con nuestros idiomas cooficiales, el catalán, el gallego y el euskera, mostrando en aquellos países en que estáis presentes la diversidad y la riqueza lingüística y cultural de España. Este es también un trabajo fundamental que tenéis que pasear con orgullo por el mundo", ha remachado.
El llamamiento de Albares se produce después de que el ministerio ha aprovechado la presidencia española de la UE para introducir la petición de oficialidad del catalán en las instituciones europeas. Esta fue una de las exigencias de Junts para votar a favor de Francina Armengol como presidenta del Congreso.
El Gobierno presentó la propuesta el mes de septiembre, pero chocó con la oposición de diferentes estados europeos preocupados por el coste de la medida y por la cascada de peticiones de oficialidad de lenguas minoritarias que podría provocar. Ante el Consejo de Asuntos Generales de la UE el ministro defendió la singularidad del catalán, como lengua hablada por más de 10 millones de europeos, y se comprometió a asumir los gastos de la oficialidad de las tres lenguas.
No obstante, el 31 de diciembre el semestre español en la UE se cerró sin conseguir formalizar el proceso de reforma del reglamento lingüístico de la Unión. Con todo, el ministerio ha asegurado que el gobierno de Bélgica, que ha tomado el relevo en España a la presidencia de la UE, mantendrá el compromiso para seguir impulsando la oficialidad del catalán.