Las declaraciones del presidente de la Argentina, Javier Milei, contra el presidente español, Pedro Sánchez, en un acto de Vox este domingo han provocado una crisis diplomática entre ambos países, y el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha llamado a consultas a la embajadora española en Buenos Aires. En una declaración pública, Albares ha calificado de "gravísimas" las palabras de Milei, que ha tildado a la mujer de Sánchez de "corrupta". El ministro ha acusado al mandatario argentino de romper los principios de "respeto mutuo" y "no injerencia" en los asuntos internos de otros países contemplados en las relaciones internacionales, y  le ha exigido que pida "disculpas públicas", y en caso contrario ha advertido que el Gobierno "tomará las medidas oportunas para defender su soberanía y dignidad".

El ministro ha explicado que ha recibido el apoyo de una "amplia mayoría" de los grupos parlamentarios españoles para realizar esta declaración, y ha puntualizado que el PP y Vox no se han pronunciado. Albares también ha explicado que ha hablado con el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y que este le ha trasladado que "un ataque de este calibre contra un estado miembro" también es "un ataque contra la Unión Europea", y que se pronunciará en ese sentido. En una publicación posterior en X, Borrell ha añadido que este tipo de "ataques" no tienen cabida en la "cultura de la UE", que, según ha apuntado, se basa en "la libertad política, la prosperidad, la cohesión social basada en la redistribución fiscal y el respeto público". "Los condenamos y los rechazamos, especialmente, cuando vienen de aliados", ha remachado.

 

Albares acusa a Milei de "atacar a España"

El ministro ha afirmado que "a Milei se le ha recibido en la capital de España de buena fe, con respeto y deferencia", y ha lamentado que el presidente argentino haya "respondido a esta hospitalidad con un ataque frontal a la democracia, a las instituciones y a España". Albares ha valorado como "inaceptables" las declaraciones de Milei, que a su juicio "sobrepasan cualquier tipo de diferencia política e ideológica" y "no tienen precedentes en la historia de las relaciones entre dos países y dos pueblos unidos por fuertes lazos de hermandad". Ha asegurado que son una ruptura de los "usos más elementales de diplomacia y de las reglas de convivencia entre países". Por todo ello, le ha reclamado que "esté a la altura del país que representa y la posición que ocupa" y que mantenga "el respeto a las formas que se deben entre naciones".