Si bien ya anunció después de la constitución de la coalición de izquierdas Sumar que no se volvería a presentar en las listas electorales, ahora Alberto Garzón ha oficializado que pone fin a su etapa como líder de Izquierda Unida, formación que lidera desde el 2016, cuando sustituyó a Cayo Lara. Este viernes, Garzón ha enviado una carta a la militancia del partido en la cual anuncia que abandona definitivamente la política institucional y que renuncia como coordinador federal de la formación comunista española, heredera directa del PCE —y paraguas bajo el cual se encuentra este desde hace más de 30 años—y ahora integrada en el grupo parlamentario que lidera Yolanda Díaz. Garzón acababa su mandato en el 2025.

En la carta, Garzón argumenta que "se trata de una decisión muy meditada" y que formaba parte de la hoja de ruta que, dice, asumió "personalmente, hace tiempo". "He esperado hasta este momento para sincronizar mi decisión final con el cambio de fase política", explica el hasta ahora líder de IU, a su vez señalando la "nueva fase" en la cual entra la política española con la constitución del nuevo gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez. Garzón ya comunicó formalmente a la dirección del partido su renuncia la semana pasada, y ahora lo ha hecho público y lo ha transmitido a toda la militancia.

De estar a la sombra de Podemos hacia Sumar

Economista de formación, Alberto Garzón (Logroño, 1985) se dio a conocer con las protestas del 15-M y entró por primera vez como diputado en el Congreso en las elecciones del 2011, cuando el PP de Mariano Rajoy obtuvo mayoría absoluta. El 2016 sustituyó a Cayo Lara como coordinador federal y líder de Izquierda Unida, si bien el 2015 ya había sido cabeza de lista y candidato del partido en las elecciones generales. Con poco éxito, eso sí, puesto que entonces el Podemos de Pablo Iglesias, recientemente creado, estaba en auge y tenía la voz cantante en este espacio político, representando las aspiraciones de los indignados de las plazas del 15-M: Podemos obtuvo 70 diputados, e Izquierda Unida solo dos. En las siguientes elecciones generales, pues, se presentaron conjuntamente como Unidas Podemos. A raíz del acuerdo de coalición con el PSOE, Garzón estuvo al frente del Ministerio de Consumo. Ahora, para las últimas elecciones generales del 23-J, Garzón fue uno de los principales impulsores de Sumar, el proyecto político de Yolanda Díaz para reunir todo el espacio a la izquierda del PSOE en un frente electoral común, al cual Izquierda Unida se adhirió bien pronto, a diferencia del Podemos de Ione Belarra.

Un "honor" y reivindica del papel de Izquierda Unida

En este texto, Garzón subraya que ha sido un "honor" representar a IU y que renuncia al cargo dejando una organización "consolidada" y como "capital político imprescindible" para el futuro del Estado español. Después de recalcar que su formación es una "herramienta" clave para "acoplar" el complejo ecosistema de "fuerzas de izquierdas", Garzón defiende en su misiva que en su gestión prevaleció el diálogo y generar "paz interna", dado que IU "había vivido en su historia demasiadas disputas fratricidas".

Sin embargo, Garzón subraya que estar en primera línea política "no ha estado exento de costes" y esto también ha influido de "manera determinante en su decisión". "La militancia es muy sacrificada, y la primera línea de la política no es sino su versión exponencial. Durante todos estos años he visto lo mejor y lo peor de la política, y ambas cosas me han atravesado implacablemente. He empleado demasiado tiempo a tratar con gente que no cuidan a sus semejantes y para los cuales la política es solo una manera de aplastar al que piensa diferente", admite en su mensaje en las bases de IU.