El PP tiene un nuevo plan para el futuro de los catalanes y para convencer a los no convencidos de que hay que votar al partido liderado por Xavier García Albiol en Catalunya para salir airoso de todo lo que está sucediendo en el ámbito político por "culpa de esa gentuza".
Albiol, quien día a día no deja de sorprender a la ciudadanía con sus nuevos curiosos objetivos, quiere ahora cerrar TV3 para abrir una nueva televisión "con gente normal que sea plural" porque considera que "debe de haber un cambio de arriba a abajo" ya que, a su juicio, "es impresentable lo que está haciendo está televisión con el dinero de todos los catalanes".
Y no solo eso. También ha pedido este viernes en un bar de Cerdanyola del Vallès que se "limiten las subvenciones de una manera muy clara a la televisión pública catalana porque asegura que "es una máquina de fabricar independentistas" y, lo que hace falta ahora, es "recuperar la concordia entre todos los catalanes".
¿Y el resto de subvenciones?
Presumiendo de la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, el líder del PP catalán ha asegurado que el resto de subvenciones para la prensa "ya están tramitadas desde hace meses" porque, ha admitido, "los periódicos tienen derecho a las subvenciones".
Ahora bien. Lo que no se acaba de entender es que, después de fardar de que fue alcalde porque, de este modo, sustenta: "Sé lo que tardan los trámites administrativos hasta que se finalizan y que pueden pasar cuatro meses tranquilamente", acto seguido ha soltado que "se están pagando las que son legales", pero también que "con el 155 se ha parado absolutamente todo".
Albiol, sin embargo, y a pesar del optimismo triunfal que mostraba a simple vista, ha acabado reconociendo que "es muy importante que el PP tenga la máxima fuerza en el Parlament porque somos conscientes de que el partido socialista, Cs y PP no vamos a poder gobernar solos y somos conscientes de que la única manera de echar a esta gentuza es ponernos de acuerdo los tres partidos y es lo que vamos a trabajar nosotros".
Agua en la cabeza
No todo fue tan bien para el presidente del PP catalán. Antes de entrar en el bar, ya había algunos vecinos que le recibieron con estelades, gritos de "no te queremos en Cerdanyola" y Els Segadors, pero, a la salida, le tiraron agua por encima de la cabeza.
Por otro lado, el president Carles Puigdemont ha denunciado las presiones del Estado a Catalunya, especialmente a los medios de comunicación en un mensaje a través de Twitter, ha recordado los hechos del ¡Cu-Cut! en su 112º aniversario y ha señalado que la actitud del Estado se ha mantenido inalterable hasta hoy.