Este sábado el municipio madrileño de Boadilla del Monte, gobernado por el PP, organizó un acto patriótico en una zona de nueva construcción casi desértica, el barrio de Cortijo Sur, con el objetivo de inaugurar una placa de homenaje a la Armada española en agradecimiento a su compromiso en la defensa de España.
El acto sin embargo, resultó deslucido. Según publica el diario El País, el desfile militar constó de más de un centenar de efectivos -la Compañía Mixta de Honores de la Armada-, con toda probabilidad más que los vecinos que se desplazaron a esta nueva área residencial.
Restan pocos días para que queden prohibidas las inauguraciones oficiales a raíz de la convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril y estos días se están quemando los últimos cartuchos. En el caso de Boadilla del Monte, su alcalde ha optado por darse un baño de patriotismo aprovechando el estreno de una rotonda para alabar a los marineros, rodeado de banderas españolas -repartidas por la organización-, vivas a España y al Rey y el inefable vino español que acostumbra a cerrar solemnemente este tipo de actos.
El alcalde, Antonio González Terol, consiguió que presidiera el acto el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Teodoro López Calderón, y, según el mencionado medio, en los parlamentos no faltaron ni las loas al recurrente Blas de Lezo, ni críticas al independentismo catalán, a la alcaldesa de Barcelona y a los cineastas españoles.
Reacción a Vox
Boadilla del Monte es una de las ciudades madrileñas donde el PP arrasa en las urnas, junto con Pozuelo de Alarcón, Majadahonda y Las Rozas. Ahora bien, la irrupción de Vox ha hecho que el PP se ponga en guardia y el alcalde de Boadilla -amigo de Casado, a quien conoce desde la adolescencia- ha apostado por el patriotismo exacerbado. El municipio está lleno de banderas españolas y el alacalde suele aparecer en actos oficiales rodeado de las fuerzas vivas de siempre, la Guardia Civil y el cura. Y ahora también se rodea de las fuerzas armadas... solo le faltan los vecinos.