Ha aguantado más de un cuarto de siglo. El alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca, ha anunciado que renuncia al cargo después de 26 años al frente del Ayuntamiento, por motivos personales. El alcalde también ha señalado que la gestión de la pandemia "ha hecho que estos últimos dos años fueran muy accidentados".

Llorca asegura que deja su posición satisfecho, habiendo conseguido soterrar los Ferrocarriles de la Generalitat y reconvertido la N-II en una vía urbana, según ha expresado en un comunicado. Dos infraestructuras que "fragmentaban la ciudad y dividían como una herida el norte y el sur" de la localidad. Sin las vías del tren, la ciudad "ganó un espacio cívico y de paseo". Además, la conversión de la nacional en un espacio cívico supuso "la creación de un nuevo lugar de relación para las personas".

El legado de Llorca

Asimismo, ha celebrado las políticas de cohesión social que salió adelante. "Durante los peores momentos de la crisis económica a ninguna familia de Sant Andreu de la Barca se le cortó la luz, el agua o el gas", remarca. Y es que Llorca ha explicado que su principal objetivo ha sido hacer de su localidad una ciudad donde valiera la pena vivir, "lejos de la ciudad dormitorio que teníamos el riesgo de ocurrir".

Llorca se presentó por primera vez a las elecciones municipales el año 1995, al frente de la candidatura del PSC. Desde entonces, ha conseguido siete victorias en los comicios locales, la última hace sólo dos años. Se había convertido en el alcalde más longevo, después de que Lluís Tejedor dejara el Ayuntamiento de El Prat.

El alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca / ACN

Ahora, hará efectiva su renuncia en el pleno municipal del 29 de julio. Dos días más tarde, se escogerá el nuevo alcalde, el día 31. Pero con 67 años, no se jubila: el político socialista seguirá ejerciendo de médico. "Ahora no puedo dejarlo... con la quinta ola. Soy un médico que ha hecho de alcalde", ha comunicado.

La pandemia, de hecho, ha sido el momento más duro de los 26 años al frente del Ayuntamiento. Ya lo había dicho al comunicado, que la situación epidemiológica "ha hecho que estos últimos dos años fueran muy accidentados". Sobre todo, por la disputa que mantuvo durante más de un año con la Generalitat.

Alba Vergés, 'persona non grata'

En este sentido, el año pasado protagonizó una polémica importante con el Govern. Todo, por la negativa del Departamento de Salud de poner en marcha un hospital de campaña habilitado con la ayuda de la Guardia Civil y Médicos sin Fronteras. Algo que provocó que el consistorio declarara 'persona non grata' la exconsellera Alba Vergés.

El caso se judicializó después de que un ciudadano denunciara al president Quim Torra y la consellera por un delito de homicidio por imprudencia grave relacionado con la negativa en el hospital de campaña. "Increíble", dijo Vergés al respecto. Un caso que acabó archivado porque no había ningún indicio de delito.

Un Guardia Civil antiindependentista

Pero no es la única polémica de Llorca: hace un año, el grupo municipal Fem Sant Andreu denunció delante de la Oficina Antifrau de Catalunya "salarios irregulares" del alcalde y su gobierno municipal.

Además, el alcalde condecoró con el escudo de oro de la ciudad al general de la Guardia Civil, Pedro Garrido, que vinculó independentismo con "destrucción, horror y sufrimiento". Y es que el alcalde de Sant Andreu de la Barca nunca fue muy amigo de los independentistas.

 

Imagen principal: El alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca / Sergi Alcàzar