La situación caótica de Rodalies ha marcado la agenda política de las últimas dos semanas. Las incidencias diarias que hay en la red ferroviaria gestionada por Renfe y Adif ha provocado un malestar en aumento de los usuarios, que ven hartos cómo cada día llegan tarde al trabajo, a la escuela o al médico. Y es que la demanda del transporte público ha ido en aumento durante los últimos años, sobre todo a causa de que muchos barceloneses se marchan de la capital catalana por su coste de vida. Eso ha coincidido con años de desinversión en Rodalies por parte del Estado español y con un aumento exponencial de las incidencias. Tanto es así, que las plataformas de usuarios han convocado una manifestación descentralizada para el próximo sábado 22 de marzo a las 12h en las estaciones de Tortosa, Tarragona, Seguro de Calafell, Valls, Lleida, Cardedeu y la Garriga. Los alcaldes, además, han ido subiendo la voz, hartos de que sus conciudadanos se vean afectados por el caos diario de Rodalies. A la espera de la huelga de maquinistas de la semana que viene por el traspaso de Rodalies, ElNacional.cat ha podido conversar con una veintena de alcaldes de las veguerías del Penedès, Barcelonès, Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre.

El Penedès Marítimo dice basta

El caos de las últimas semanas han afectado sobre todo a las líneas que van hacia el sur, ya que ha coincidido con el retorno de la circulación del Túnel de Roda de Berà, el malestar de los maquinistas y las obras entre Tarragona y Salou-Port Aventura. Una de las líneas más utilizadas del país es la R2 Sur, que va de Sant Vicenç de Calders hasta la estación de Francia de Barcelona. Los alcaldes del Penedès Marítim están hartos de la situación, un ejemplo es la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, que vio como en uno de los carnavales más notorios de Catalunya se cancelaban los trenes extraordinarios pactados y se añadían a incidencias en los convoyes ordinarios. "Es un desastre que en los últimos meses ha ido a más. Hace mucho tiempo que sufrimos un muy mal funcionamiento de este transporte público y que nos afecta directamente desde muchas vertientes: desde los turistas a los trabajadores que cada día tienen que ir a Barcelona", la menta la alcaldesa de Esquerra Republicana. De hecho, denuncia una "falta de inversión" y cree que "dando información" no se arreglará. "Defendemos mucho el transporte público, pero ante este mal funcionamiento es muy difícil", asegura Carbonell.

Por su parte, el alcalde de Vilanova i la Geltrú, Juan Luis Ruiz, asegura que la "situación de Rodalies es insostenible". "Hace muchos años que los usuarios vamos aguantando, a pesar de la falta de inversiones. Eso se traslada en los cortes continuos y un mal servicio", asegura el alcalde socialista, que "agradece" la respuesta de la Generalitat. "Rápidamente, con el liderazgo de la consellera Paneque, ha cogido esta situación, aunque las competencias no son de la Generalitat," ha dicho Ruiz, también presidente de la Mancomunitat Penedès-Garraf. Con todo, también reivindica que se están haciendo "inversiones como nunca", pero que llegan "tarde y mal". "Esperamos que cuanto más rápidamente mejor se pueda solucionar y que deje de haber estas averías constantes", asegura.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, con el alcalde de Vilanova i la Geltrú, Juan Luis Ruiz
El president de la Generalitat, Salvador Illa, con el alcalde de Vilanova i la Geltrú, Juan Luis Ruiz

Dos otras localidades que han sido protagonistas por las últimas incidencias son Cubelles y Cunit. Por una parte, la alcaldesa cubellenca, Rosa Fonoll (Junts), lamenta las últimas incidencias, como la caída del techo de la estación del aeropuerto o la afectación de catenarias. "A ver si después de la reunión del pasado domingo parece que hay buenas noticias, buena voluntad y buenas perspectivas. Siempre pensamos que las obras que se están haciendo es ir a mejor", afirma.

Asimismo, el teniente de alcalde de Cunit (Baix Penedès), Jaume Casañas (Junts), ha sido uno de los dirigentes que ha levantado más la voz contra las últimas incidencias. "Suprimen trenes y los que pasan son de composición simple, aunque Renfe diga que son dobles," critica Casañas, que recuerda cómo los trenes a partir de Cunit ya van llenos. "Imagínate cómo van a partir de Cubelles y Vilanova...", asegura. Por eso, quiere que analicen la demanda ante la triplicación de población que está sufriendo el Penedès Marítim. "La oferta sigue siendo la misma de siempre", dice Casañas, que reclama que, como mínimo, se cumplan los horarios y sean trenes de gran capacidad.

Donde han tenido más problemas estos últimos meses ha estado a la estación de Sant Vicenç de Calders, en el término municipal del Vendrell, por el corte de Roda de Berà. Y es que esta estación es donde finaliza o empieza la R2 Sur, la R4, además de que pasan los principales trenes regionales hacia el sur (como Vilanova i la Geltrú). Su alcalde, el socialista Kenneth Martínez, se muestra preocupado, porque "parece un problema estructural de todo el servicio que no de unas obras puntuales". "La preocupación es máxima. Ahora hay que ver si es todo el sistema de Rodalies regionales que va a la quiebra", dice Martínez, que cree que el punto de "desesperación" por parte de los viajeros no se puede compensar con "más información". Siguiendo hacia el sur, Roda de Berà ha sido el epicentro de las obras de los últimos meses, hecho que ha provocado afectaciones a las líneas R13, R14, R15, R16 y R17. Su alcalde, Pere Virgili, lamenta que hayan "reducido" una frecuencia en el apeadero que hay en el centro del municipio de la línea Sant Vicenç-Valls (R-13). "La mayoría de nuestros viajeros se van a Sant Vicenç en vehículo particular o bus urbano", explica al alcalde del partido independiente Tria Roda. De hecho, lamenta que los usuarios tengan que estar más horas fuera de casa para poder llegar en una hora prudente.

El alcalde de Tarragona explota contra Adif

Otro de los alcaldes más críticos ha sido el alcalde de Tarragona, el socialista Ruben Viñuales. De hecho, el alcalde carga concretamente contra Adif y la visión centralista. "Este problema lo seguimos sufriendo en el Camp de Tarragona desde hace meses. Cuando llega a Barcelona todo se acelera y eso nos preocupa", dice el alcalde tarraconense, que explota contra Adif porque "hace mucho tiempo que no hace inversiones". "Eso se nota en las catenarias", dice Viñuales, visiblemente enfadado. "Es innegable que se están construyendo convoyes de alta capacidad, pero yo ya no hablo de soluciones de aquí de año o dos, sino de inmediatas", afirma el alcalde socialista, que pide que la gente pueda ir a trabajar y poder volver a casa en una horario prudencial. De hecho, Viñuales avisa de que "hay cosas de los planteamientos del sistema ferroviario que nos quieren hacer tragar y que todavía empeorará la situación", mientras recuerda que Tarragona ciudad tiene el grosor de dos millones de usuarios, mientras Reus tiene 900.000 y la zona de Vila-seca o Salou, 300.000. "No es normal", lamenta el alcalde de Tarragona.

Precisamente, las alcaldesas de Reus (Baix Camp) y Valls (Alt Camp), Sandra Guaita y Dolors Farré, también lamentan la situación. Las dos ciudades han sido afectadas por las obras del túnel de Roda de Barà. En el primer caso, en las líneas R14 y R15, y en el segundo caso el R13. La alcaldesa socialista de la capital del Baix Camp asegura que "han trasladado a todos los agentes implicados las quejas que han hecho llegar a los usuarios". "Esperamos que el servicio funcione correctamente pronto", afirma Guaita, que subraya que mientras el servicio no funcione bien reclamarán la continuidad de los autobuses. En cambio, Dolors Farré, de Junts, ha sido mucho más crítica. "Es un caos. Empezamos con las obras del túnel de Roda y el fin de semana pasado tuvimos el caos en Cunit", recuerda la alcaldesa vallense, que exige en Renfe y Adif "medidas urgentes y necesarias". Asimismo, subraya que los autobuses funcionan "bien", y espera que una vez se recupere la normalidad Valls se queden los trenes que "necesitamos y con unos horarios competitivos".

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El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales (EuropaPress)

 

Vila-seca y l'Hospitalet de l'Infant reclaman soluciones

Con todo, el alcalde de Vila-seca (por dónde pasa la R14, la R15 y la R16), Pere Segura, define de "déjà vu" la situación de Rodalies. "Pueden explicar que se ha acordado un traspaso o que se están generando unas estructuras de gestión o los proyectos de futuro para Catalunya, pero cuando ves que el sistema de movilidad que son los que también funcionan como un elemento generador de igualdad fallan, lo que está fallando son los cimientos de tu país", lamenta el alcalde juntaire. Una línea similar a la de la alcaldesa de l'Hospitalet de l'Infant, Assumpció Castellví. La alcaldesa de Junts de la localidad del Baix Camp, por dónde pasa el R-16, Assumpció Castellví, asegura que los usuarios tardan muchas veces "más de tres horas al llegar a Barcelona". "El sur de Catalunya estamos mucho menos comunicados ferroviariamente y cuando se hacen obras se nota más", lamenta Castellví, que cree que utilizar Rodalies no entra dentro del concepto "de economizar el tiempo". "Los usuarios cada vez usan menos este transporte porque no les sale a cuenta", dice la alcaldesa, que también lamenta la situación de la AP-7 ante la situación de colapso que vive con accidentes y retenciones. Por eso, pide más trenes de alta velocidad que se detengan en l'Hospitalet de l'Infant, así como bonificaciones que se hacen en el resto del territorio.

La última estación principal de Catalunya es Tortosa, por donde pasa la R-16. Su alcalde, Jordi Jordan, lamenta la situación que han vivido los pasajeros. "A los usuarios se les está agotando la paciencia. La falta de inversiones a la infraestructura ferroviaria es una problemática que se arrastra desde hace muchos años y es necesario actuar con urgencia", dice el alcalde de los Comuns, que pide mejoras visibles a corto plazo. De hecho, reclaman la parada de más trenes Avant y del Euromed, así como una reducción tarifaria como tienen otras partes del país.

La R-4, la línea que combina mercancías con pasajeros

LA R-4, de Sant Vicenç de Calders en Manresa, es la línea más problemática de Catalunya. Pasan las mercancías y pasajeros, hecho que complica la circulación de los trenes. De hecho, una de las principales demandas históricas de los municipios por donde pasa esta línea es proyectar una línea de mercancías que pase entre Cervera, Igualada y Martorell para que la R4 sea únicamente de pasajeros. De hecho, también ha vivido afectaciones por las obras de Sant Vicenç de Calders. Uno de los municipios más afectados es Vilafranca del Penedès. Su alcalde, FranCisco Romero, recuerda la Declaración de Vilafranca del pasado mes de mayo, que fue firmada por todos los grupos parlamentarios con representación en la veguería en la cual reclamaban soluciones a las incidencias en el sistema de Rodalies y autobús. También se apostaba por la planificación de nuevas infraestructuras como la parada de regionales del Penedès o el eje transversal ferroviario. "Pedimos los servicios que nos merecemos y una visión de País que planifique los nuevos servicios", dice Romero (PSC), que recuerda cómo el próximo mes de abril hay una comparecencia de los principales alcaldes del Penedès en el Parlament (Vilanova, Vilafranca, El Vendrell e Igualada).

Dos municipios que también viven diariamente afectaciones son Sant Sadurní d'Anoia y Subirats, Pere Vernet y Jaume Domenèch. Los dos alcaldes, de ERC, reclaman soluciones. Vernet recuerda cómo los problemas en Rodalies provocan que los autobuses y los coches de línea "colapsen". "Incluso hay usuarios que van derechos por la autopista", dice el alcalde, que también recuerda la situación caótica a la AP-7. "La situación es dramática", dice. El alcalde de Subirats, Jaume Domènech, lamenta que las incidencias "son habituales". "A menudo se hacen cambios de trenes antes de Barcelona a la altura de l'Hospitalet. Las imágenes de personas andando al lado de las vías porque el tren ha quedado sin servicio son imágenes de un país tercermundista", critica Domènech, que define el servicio de Rodalies de "fallido". Domènech, además de la línea de mercancías, también reclama el traspaso de Rodalies y carga contra los años de "falta de inversión".

Juan Luis Ruiz Vilanova Kenneth Martínez El Vendrell Marco Castillos Igualada Francisco Romero Vilafranca Penedès
Los alcaldes de Vilanova, El Vendrell, Vilafranca e Igualada

La R-1, otra línea problemática y que tiene que iniciar el traspaso

Otra línea que sufre problemas diarios es la del Maresme, la R-1, que va de Molins de Rei a Maçanet-Massanes. De hecho, tiene que ser la línea que haga de conejito de indias con el traspaso de Rodalies. El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, asegura que "durante muchos años la Generalitat se llenó la boca acusando al gobierno central de no invertir y ahora que tiene la gestión es incapaz que funcione mejor". "No es un problema de competencias, sino de capacidad de gestión", critica al dirigente del PP. En cambio, el alcalde de Mataró, David Bote, pone sobre la mesa la necesidad de un servicio "puntual, digno y con garantías", que "sea una alternativa al vehículo privado". "Somos conscientes de que el Gobierno del Estado ha anunciado inversiones importantes para mejorar Rodalies, pero el reto es asegurar que estas actuaciones se hagan sin afectar gravemente al día a día de los usuarios, porque no podemos permitir que la solución a los problemas actuales genere todavía más caos e incomodidades," dice el alcalde socialista y también presidente de la Federación de Municipios de Catalunya.

Alcalde Calella Marco Buch / Ayuntamiento de Calella
El alcalde de Calella, Marc Buch / Ayuntamiento de Calella

Finalmente, el alcalde de Calella, el juntaire Marc Buch, espera que tener al PSC en la Generalitat y al PSOE en la Moncloa sirva para que el Govern de Salvador Illa encuentre soluciones. "Tiene que demostrar que se cree que el servicio ferroviario es básico y que se lo cree porque quiere que Catalunya sea un país puntero", reclama Buch, que recuerda como en la estación del municipio del Maresme el ascensor está estropeado y Adif no lo soluciona. "De momento no lo están demostrando. Los primeros que se lo merecen son los ciudadanos, que llevan tiempo aguantando una infraestructura dejada, con los trenes sucios, con la catenaria que no funciona y unos trenes que no sabes cuando salen," lamenta el dirigente de Junts. De hecho, cree que la administración no puede exigir vehículos eléctricos, acciones contra los cambios climáticos o zona de bajas emisiones si el transporte público no es fiable.