El empresario Víctor de Aldama, señalado como el supuesto intermediario en el denominado 'caso Koldo', declaró ante el Tribunal Supremo que pagaba 10.000 euros al mes al exministro José Luis Ábalos y a su entonces asesor, Koldo García. Según afirmó, lo hizo "de buena fe" y con la expectativa de obtener en el futuro adjudicaciones de contratos de obra pública como beneficio.
En su testimonio, que duró alrededor de dos horas y media y al que tuvo acceso Europa Press, Aldama calificó las cifras entregadas como "insignificantes" en comparación con las ganancias potenciales, que podrían ascender a "millones de euros" por los contratos prometidos.
"Lo voy a explicar de manera sencilla. Soy empresario", comentó Aldama al magistrado instructor del caso, Leopoldo Puente. Según él, los destinatarios ya tenían claro cómo se gestionarían dichas adjudicaciones. "Es muy simple (...) Como cualquier empresario, cuando inicias un proyecto o una sociedad, asumes un riesgo. Podía salir bien o mal. Yo estaba arriesgándome en un negocio", detalló.
El empresario subrayó que los pagos no generaban un beneficio inmediato, pero consideraba que el riesgo valía la pena debido a las personas involucradas. "No era cualquiera quien me pedía ese dinero, era el asesor del ministro de Transportes", puntualizó.
Koldo recibía los pagos mensuales
Inicialmente, Koldo García fue quien recibía los pagos mensuales, pero Aldama señaló que posteriormente hubo ocasiones en las que José Luis Ábalos estuvo presente. "En algunos momentos, el dinero también se entregó directamente al señor Ábalos, tanto en su domicilio en El Viso, proporcionado por el Ministerio, como en su despacho oficial", agregó.
El magistrado instructor centró su atención en el eje principal del caso: el supuesto cobro de comisiones en los contratos relacionados con la adquisición de material sanitario durante la pandemia de coronavirus. Víctor Aldama admitió que por su papel como intermediario habría recibido "alrededor de cinco millones y medio" de euros.
Al ser interrogado sobre la razón de pagar comisiones tanto a Koldo García como a José Luis Ábalos, pese a que la propuesta de Soluciones de Gestión para las mascarillas parecía superior a la competencia, Aldama respondió con franqueza: "Se lo diré de forma sencilla, señoría: porque me pedían por todo". Añadió que consideraba que sin ese incentivo era probable que su oferta fuera descartada.
En su declaración, Aldama afirmó que una parte de las comisiones entregadas a Ábalos y García también podría haber terminado en las arcas del PSOE. Según él, Koldo García le comentó en reiteradas ocasiones que una fracción de esos pagos estaba destinada al partido. Sin embargo, Aldama no pudo precisar la cantidad exacta.
"Son varias y bastante considerables", explicó, y detalló que, calculando una media entre el 1% y el 1,5% de las licitaciones y contratos gestionados por las empresas implicadas, sería posible determinar el monto total.
Pagos a Santos Cerdán
El empresario también fue interrogado sobre un supuesto pago de 15.000 euros al actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Según Aldama, esto se habría debido a que una de las empresas que licitaba en una obra del País Vasco estaba entre las que él gestionaba en ese momento.
Aldama añadió que, según una conversación entre Koldo García y Cerdán, este último se mostró muy molesto, acusando a García de interferir en su ámbito de influencia. "Koldo me comentó, tras colgar con él, que estaba tan enfadado que decía: ‘Voy a tener que ir a Ferraz a darle una paliza a este electricista de mierda que se ha venido arriba’”, relató Aldama.
Aldama también fue interrogado acerca de un listado de supuestas adjudicaciones de obra pública, en el que, según sus palabras, podrían figurar anotaciones realizadas por Ábalos o su exasesor. "Es un documento en formato oficial del Ministerio que el señor Koldo me entregó en su despacho", afirmó.
Sobre su relación con Ábalos, Aldama destacó su influencia en el Ministerio de Transportes. "Con el tiempo, se generó una confianza que me permitió un acceso directo. Entraba al Ministerio sin controles porque las matrículas de mis vehículos estaban autorizadas. Además, usaba la misma zona de entrada del ministro e incluso subía a la planta noble en su ascensor personal", detalló.
En su declaración, Aldama aseguró que tanto Ábalos como su asesor instruían a altos funcionarios del Ministerio para que actuaran de acuerdo con lo que él "les indicara", asegurándoles que sus decisiones ya estaban previamente consensuadas con ambos.
Esa cercanía también se reflejó, según Aldama, en acciones específicas que realizó en favor del exministro. En particular, mencionó su implicación en cuestiones relacionadas con la relación "extramatrimonial" que Ábalos mantenía con una mujer. Aldama aseguró que le pidieron que asumiera los pagos del apartamento donde ella vivía en Madrid.
"Estábamos cenando en un restaurante frente a la casa de Ábalos. En medio de la conversación sobre su situación personal con su entonces esposa, surgió el tema, y yo le respondí que no había ningún inconveniente en ayudar con eso", relató.
El asunto de los pisos para encuentros con "señoritas"
Aldama también mencionó el alquiler de un apartamento en la calle Atocha de Madrid, gestionado a través de una plataforma de arrendamientos temporales, cuyo costo él mismo asumió. Según afirmó, al lugar habrían acudido Ábalos, Koldo García, el actual ministro Ángel Víctor Torres y otras personas.
"Era un apartamento alquilado para una ocasión específica", explicó Aldama cuando se le preguntó sobre el propósito de ese arrendamiento. Al ser cuestionado con más detalle, respondió: "Había un grupo de señoritas en el apartamento". Ante la insistencia por más aclaraciones, se mostró evasivo: "No quisiera entrar en detalles. Creo que se entiende. Había unas señoritas con unos señores en el lugar... Creo que ha quedado bastante claro", concluyó.
Durante su declaración, también se le preguntó si su influencia alcanzaba al interior del PSOE y a su sede en Ferraz. Aldama afirmó que su alcance iba incluso más allá: "Yo creo que ha quedado demostrado. Me enviaron a Venezuela prácticamente como si fuera un ministro de Exteriores para negociar un asunto con el señor Guaidó", dijo, en referencia al líder que en ese momento se había autoproclamado presidente encargado de Venezuela.