Alejandro Fernández ha advertido a Salvador Illa que tendrá que negociar si quiere los votos del PP en una investidura. "No volveremos a regalar nada a nadie gratia et amore", ha dicho este lunes el líder de los populares, después de que Junts haya conseguido la presidencia del Parlament por medio de Josep Rull. Y es que en el PSC esperaban que el PP estuviera dispuesto a repetir la operación Collboni en la Mesa del Parlament: obtener el apoyo de los populares a cambio de nada. Pero no ha sido así, mientras que los independentistas sí que han llegado a un acuerdo para elegir al nuevo presidente de la cámara catalana.
"La historia del PP catalán ha sido siempre la de sacrificar nuestras ideas y nuestro prestigio al servicio de un supuesto 'bien superior': antes ser palanganeros de CIU y ahora del PSC. Y los mismos que nos exigen ese sacrificio, luego nos desprecian por 'no tener personalidad propia'", ha admitido Fernández. En este contexto, el dirigente popular ha dicho que se ha acabado: "No volveremos a regalar nada a nadie gratia et amore". "Quien quiera hablar con nosotros, tendrá que respetarnos de igual a igual. Con respeto", ha avisado.
Antes de este tuit, pero, Fernández ha acusado a los socialistas de haber "maniobrado para que en la Mesa estén los socios de Sánchez" —es decir, Junts y ERC—. "Y lo que venga después lo desconocemos, pero lo tienen pactado. Y nosotros no pensamos mezclarnos con eso", ha dicho.
La verdad es que el PSC sí que había negociado con ERC, hasta el punto que los socialistas ofrecieron la presidencia del Parlament a los republicanos. Así lo ha revelado Alícia Romero, hasta ahora portavoz en la cámara catalana, que ha confiado en que la nueva Mesa no prefigure los pactos para la investidura y ha dejado bien clara la actual prioridad de su partido: trabajar para investir Illa de la mano de ERC y de los Comuns, para formar una "mayoría progresista" con "generosidad". Una generosidad que habrían tenido en las negociaciones de estas semanas con la oferta para presidir el Parlament.