Después de unas semanas protagonizando titulares por su choque con Alberto Núñez Feijóo delante la voluntad del gallego de "hablar" con Junts per Catalunya de cara a su investidura, que se rompió después del discurso de Carles Puigdemont, Alejandro Fernández, líder del PP catalán, se ha dado un baño de multitudes en su ponencia contra la amnistía a los independentistas represaliados. Bajo el nombre El proceso separatista, segunda parte. ¿Y ahora qué?, Fernández ha reunido a centenares de personas en el Hotel Grand Marina. A pesar de que mayoritariamente se trataban de militantes del Partido Popular y cargos de la formación en ayuntamientos de todo el país; también había representantes de entidades españolistas e incluso Anna Grau, diputada de Ciutadans en el Parlament de Catalunya. Al entrar en la sala, ya ha sido recibido con una ovación y antes de subir al escenario ha sido presentado como "una de las mejores cosas que le ha pasado el PP en Catalunya" por Isaac Martín, vicesecretario del parido, destacando el hecho de que durante los años de procés, a diferencia de otros perfiles, no se ha marchado de Catalunya.

Alejandro Fernández ha hecho un viaje en el tiempo dos años atrás, recordando uno de sus discursos cuando ya previó que Pedro Sánchez indultaría a los presos políticos y que eso sería un paso previo para una amnistía, que ya ha dado prácticamente por hecha y que, ha augurado, "romperá" por la mitad la sociedad del Estado. Según el líder del PP, los socialistas ahora mismo están en la fase de considerar "aceptable" esta medida, antes de que lo acaben vendiendo, según él, como imprescindible. En aquel discurso que Fernández ha rememorado ante un público entregado, especialmente cuando ha recordado que renunció a ser cabeza de lista a las elecciones generales para quedarse en el Parlament, también reflexionaba de las mutaciones del procés independentista. Decía entonces que este se acabaría convirtiendo en un "proceso español", más "sigiloso", para conseguir que cuando el "separatismo" lo vuelva a intentar, las instituciones españolas estén mucho más debilitadas. El popular ha dado por cumplida su profecía, ahora más cerca que nunca con las negociaciones de la amnistía. "En 2017, en frente tuvimos a los separatistas. Ahora, a Sumar y el PSOE", ha señalado, asegurando que estos dos partidos trabajan por lo que es su objetivo final: una república española.

El PSC, fuera del constitucionalismo

Dando por hecho que el actual gobierno de coalición ya trabaja por una ley de amnistía que les permita continuar en el poder del Estado, Fernández ha advertido que esta posibilidad es el "principal problema" al cual se enfrenta España. Suscribiendo las palabras de José María Aznar, ha asegurado que si finalmente se acaba aprobando, supondría "una humillación sin precedentes", tanto a la policía como a los "constitucionalistas catalanes que pagamos un precio alto por defender la democracia en aquellos días". Si en este paquete ha incluido al PSC, de quien ha destacado su estrecha colaboración durante la época del referéndum, ahora ha considerado que los socialistas catalanes ya no forman parte de este equipo, ya que "consienten todos los abusos" al independentismo. También ha dejado claro que prefiere unos resultados más modestos, como los seis diputados conseguidos el 23-J, y dormir tranquilo, que los 19 del PSC.

Ferndàndez no ha evitado la polémica que lo ha rodeado durante las últimas semanas al contradecir al líder del estatal del partido, Alberto Núñez Feijóo. "Creo en el orden y la disciplina dentro de los partidos, pero también creo que el mejor servicio que puedes hacer al país es dar siempre tu opinión. Y así lo seguiré haciendo", ha anunciado al principio de la conferencia entre aplausos. Y también ha pedido perdón a los militantes del partido que se sintieron solos durante la época del procés: "No conozco a ningún constitucionalista que nos reproche falta de empatía con los independentistas, sino falta de firmeza", ha resumido, manteniéndose firme en su negativa a hablar con Junts y con una advertencia: "No callaré. No callaremos".