Se encuentra bien porque sus convicciones son firmes y bebe, como mínimo, cuatro litros de agua al día. Uwe P.Tesch es alemán, vive en Stuttgart y lleva 15 días de huelga de hambre para solidarizarse con los presos políticos de Lledoners. No tuvo que pensárselo mucho: "Sumarme a la huelga de hambre fue una decisión consolidada pero espontánea", explica a El Nacional.
Las razones principales de su huelga de hambre son tres. La primera, es denunciar la "total injusticia que reciben los políticos catalanes desde Madrid". Según explica, por más que ha analizado la situación del juicio del 1-O, nadie le ha sabido explicar exactamente por qué los líderes independentistas hace más de un año que están en prisión preventiva. "Es evidente que se está sufriendo una vulneración de los derechos humanos", valora. Y añade: "La cuestión catalana ya no es solo una cuestión de independencia, es sobre los valores y derechos fundamentales".
La segunda razón que lo ha motivado a hacer huelga de hambre es la profunda decepción hacia el establishment de la Unión Europea. "Desprecio sinceramente que desde los estándares establecidos en la UE se hable siempre de los valores de Europa y del bienestar de los ciudadanos europeos, y que, en este caso, los líderes europeos hayan cerrado los ojos y las orejas mientras se preguntan por qué la extrema derecha crece en el continente".
Para Tesch, "es muy fácil ver que eso es una injusticia total". Compara la situación con el proceso de independencia de Kosovo para el cual la UE allanó los trámites, "y no ocurre lo mismo con Catalunya aunque el apoyo y la base social que lo pide son mayoritarias".
El tercer motivo es el personal. Desde pequeño ha tenido un vínculo con Catalunya y ha estado siempre muy interesado en la actualidad político-social del país. Sus padres tenían una casa en Begur, en la Costa Brava, y cada verano de su niñez pasaba siete semanas. "Catalunya también son mis raíces", explica Tesch. Las vacaciones le proporcionaron buenas amistades que actualmente mantiene y viaja a menudo a visitarlas. Pasa fines de semana en Barcelona y en Mataró, entre otras escapadas. De hecho, Tesch recuerda que el verano del 2018, durante los días que estaba en Catalunya recuerda un cierto desencanto por parte de la gente, lo que "le supo muy mal". Para el 21-D, sin embargo, percibe que la ciudadanía catalana "volverá a reivindicar sus derechos".
La decisión de hacer huelga de hambre
Uno de los momentos que más marcó a Tesch de los años de "proceso independentista" fue la detención de Puigdemont en la frontera de Alemania cuando volvía de Dinamarca y fue trasladado a la cárcel de Neumünster. "Desde entonces, escribir, discutir sobre política y las redes sociales no me han parecido suficiente". Tener "políticos legítimos en el exilio y encarcelados" es de lo peor que puede pasar en una democracia, para Tesch, y "hacer una huelga de hambre me pareció la acción más eficaz para enviarlos una señal".
Poca cosa podía hacer desde Alemania, argumenta, y al saber que los presos políticos habían decidido hacer una huelga de hambre "les quería expresar que no están solos en Europa". "Solo hay dos cosas reivindicativas que un interno puede hacer desde la prisión, una es una huelga de hambre, y la otra quitarse la vida", relata Tesch. Que hayan decidido hacer la primera "es muy grave y peligroso porque está en juego su propia salud", reflexiona.
Tesch empezó la huelga de hambre el 3 de diciembre, dos días después de Jordi Turull y Jordi Sànchez y un día antes que Joaquim Forn y Josep Rull. Tesch no ha dejado de trabajar a pesar de no comer y lo hace desde su casa. Tiene una publicación deportiva digital, y durante el día escribe desde su oficina. "Los tres primeros días fueron difíciles, me dolía mucho la cabeza y me costaba concentrarme". Aun así, a partir de la primera semana su cuerpo se fue adaptando a la nueva situación y ahora "se siente fuerte y con las ideas claras".
Eso sí, cuando prepara el desayuno a sus hijos de 13 y 16 años, se va al despacho para no estar presente mientras se lo comen. Hace lo mismo con el resto de comidas. Tesch bebe, como mínimo, cuatro litros de agua al día, y una vez por la mañana y una por la noche también bebe té. Puntualmente, disuelve en el vaso de agua una especie de sopa alemana que le aporta minerales.
Internacionalización de la huelga de hambre
Con la huelga de hambre, Tesch espera también ayudar a internacionalizar la causa. Considera que en Alemania, los medios de comunicación no se han hecho suficiente eco de la situación que viven los presos políticos. "Por ahora he conseguido concienciar a mi mujer y mis dos hijos, así como a mi entorno más próximo", epxlica, aunque cree que en Europa todavía tiene que profundizar mucho más en la causa catalana.
La huelga de hambre del alemán Uwe P.Tesch tiene, por ahora, fecha límite. Será este viernes, 21 de diciembre, después de 19 días sin comer. Espera, sinceramente, "que los presos de Lledoners la detengan pronto porque querrá decir que se ha escuchado su reclamo". Si eso no ocurre y los presos políticos deciden continuarla por Navidad, Tesch no descarta hacer como ellos.