El periodista británico John Kampfner, excorresponsal político del Financial Times y de la BBC, explica en el libro Por qué los alemanes lo hacen mejor -notas sobre la primera economía europea- por qué razón los alemanes tienen un proyecto de país más trabado y más estable que el del Reino Unido, Francia o Estados Unidos. Kampfner está totalmente convencido de ello. "La historia de Alemania a lo largo de los últimos 75 años (después del nazismo) ha sido un éxito extraordinario. Ha instaurado un nuevo paradigma de estabilidad que, por diferentes motivos, otros países equivalentes, como Estados Unidos, Francia y el mío, el Reino Unido, todavía se esfuerzan por conseguir. En los momentos difíciles, los países acostumbran a buscar consuelo en la nostalgia de glorias pasadas, reales o imaginarias. Alemania, por su historia, no lo puede hacer", señala. Y eso le hace trabajar de otra manera.

Según el libro, Alemania es actualmente "la mejor esperanza de Europa". "Gran Bretaña se había considerado siempre como un modelo, Estados Unidos también, pero los dos países se han desentendido de su responsabilidad y la han derivado al resto del mundo". "¿Quién representará los valores europeos en un mundo en rápida transformación? ¿Quién se opondrá a los regímenes autoritarios? ¿Quién argumentará a favor de la democracia liberal?", se pregunta. "Alemania lo puede hacer, porque sabe qué sucede cuando los países no aprenden las lecciones de la historia", concluye.

Alemanes mejor
Libro John Kampfner

El periodista pone como ejemplo cómo Alemania trata la cuestión identitaria, una materia que es explosiva en Francia, Italia y también en Estados Unidos. Atribuye a la canciller Angela Merkel la decisión de abrir las fronteras cuando se constató que el país no tenía suficientes trabajadores. Eso llevó a un incremento de la extrema derecha, pero los grandes partidos lo han apaciguado con una política de identidad clara que se fundamenta en la lengua alemana. "La política inmigratoria alemana está basada en la expectativa o incluso la exigencia de una integración. El idioma se considera un prerrequisito esencial para la asimilación. Se ofrecen cursos de manera habitual. Profesores de secundaria dedican las mañanas libres del sábado a dar clases y hacer pruebas. Los alemanes están orgullosos de su dominio del inglés y de otros idiomas, pero este talento (y una marcada obstinación) esconde la importancia que otorgan a su lengua materna como confirmación de su identidad", detalla. Y en eso no hay matices.

Según el libro, en esta política de identidad exitosa los alemanes se basan en estos 3 conceptos:

 

1

- Kulturnation: La teoría se remonta al filósofo racionalista del siglo XVII Gottfried Leibniz, que argumentó que un pueblo se define más por la cultura que por las fronteras u otros símbolos propios de los estados. Una visión totalmente opuesta a la francesa, estatalista.

 

2

- Deutschtum: El filósofo Friedrich Schiller, en el siglo XVIII, desarrolló esta idea de la nación cultural, y definió el concepto de nación alemana, entonces aplicado a un conjunto de ciudades-estado y principados. La nación alemana es la de cultura alemana y puede tener diferentes formas estatales.

 

3

- Leitkultur: El autor considera que esta idea de "cultura rectora" es más problemática. Implica que cualquiera que quiera vivir en Alemania tiene que aceptar que los valores y la cultura alemanes "tienen precedencia". No excluye la posibilidad de identidades múltiples, pero una de ellas —la alemana— ocupa el primer lugar. "En cierta manera, no difiere mucho del juramento de fidelidad a los Estados Unidos", añade. El entonces ministro del Interior, Thomas de Maizière, incluyó en el 2017 dentro de la Leitkultur "la culpabilidad histórica de Alemania y la relación especial con Israel". Y también el sistema de valores cristiano-occidental, posición especialmente defendida por la CDU. El concepto de Leitkultur es nuevo, nació en 1998 en una obra de Bassam Tibi, que se oponía a las sociedades paral·lelas.

Según el libro de Kampfner, con la retirada progresiva de EE.UU. y del Reino Unido del liderazgo internacional, Alemania quedará en "una posición terriblemente incómoda de portaestandarte de la democracia liberal" y tendrá que tomar decisiones difíciles. Alemania necesita en este sentido a una Europa unida, no solo por finalidades comerciales, sino también como fuente de sentido. Recuerda una frase de Angela Merkel: "Veo la UE como nuestro seguro de vida. Alemania es demasiado pequeña para ejercer influencia geopolítica por sí sola", apunta.

El volumen apunta que Alemania se mueve lentamente, pero con más seguridad que los otros grandes países europeos.