Los Estados Unidos tienen que convencer a sus socios europeos más próximos, especialmente al Reino Unido, y presionar a España a todos niveles para que deje de ayudar a la Armada de Rusia mientras esta continúe implicada en la guerra de Siria al lado del dictador Bashar al Assad. Es la recomendación de The Heritage Foundation, el principal think tank conservador de los EE.UU., especialmente influyente entre los líderes del Partido Republicano.
Uno de los directores de Heritage, Luke Coffey, especialista en defensa y seguridad, firma un informe donde alerta que España vuelve a abrir sus puertos para que barcos de la armada rusa con destino al conflicto sirio hagan escala allí para abastecerse. "No es momento de que un miembro de la OTAN acoja a la marina militar rusa, mientras la mayoría de estados miembros de la alianza aumentan las sanciones económicas contra Rusia, expulsan a sus diplomáticos y refuerzan la seguridad en Europa del Este contra la amenaza rusa de agresión", dice Coffey, contundente.
La denuncia de Heritage es del pasado martes. Está previsto que tres barcos de guerra rusos atraquen en Ceuta este viernes y hasta el lunes: un crucero, un remolcador y un buque tanque, que suman una tripulación de 200 marineros.
Los ministros españoles de Exteriores y Defensa, Josep Borrell y Margarita Robles, tienen trabajo. The Heritage Foundation tiene un papel muy destacado en el movimiento conservador de los EE.UU. desde los tiempos de Ronald Reagan (presidente de 1981 a 1989). Este think tank ha dado apoyo a Donald Trump desde el principio de su campaña para la presidencia, y al menos 66 investigadores y directores de la fundación ocupan cargos en la actual administración republicana. Cinco de los secretarios (ministros) del gobierno Trump fueron recomendados por Heritage.
"Es inaceptable"
De 2011 a 2016, España autorizó a al menos 62 barcos de guerra rusos ("destructores, fragatas, barcos de asalto anfibios, un submarino de ataque") a usar sus puertos, hasta que en octubre de 2016 "se demostró que algunos de estos barcos estaban involucrados en la ocupación ilegal de Crimea y el apoyo al régimen de Bashar al Assad en Siria", explica el informe.
"La situación sigue igual y, sin embargo, España —miembro de la OTAN— piensa renovar este apoyo. Los EE.UU. deben enviar el mensaje claro de que eso es inaceptable", concluye.
Al menos 25 de esos barcos de guerra "visitaron España para proveerse durante la invasión de Crimea por Rusia, entre marzo de 2014 y octubre de 2016". La última visita de la marina militar rusa a un puerto español es del 16 de octubre del 2016: dos corbetas, la Zeleny Dol y la Serpukhov, y un remolcador, el SB-36, que atracaron en Ceuta.
Los motivos de España para dar apoyo a Rusia son simples: "los municipios que reciben a los barcos rusos se benefician económicamente de ello", explica.
Algunas de las estancias de la marina rusa "se produjeron en un momento curioso". Por ejemplo, la misma semana de abril del 2014 que la UE anunció una nueva ronda de sanciones contra Rusia, España "se burló de las sanciones, acogiendo en Ceuta al destructor ruso Vicealmirante Kulakov (en la foto) y los petroleros Dubna y Sergey Osipov".
El informe, muy detallado, indica que cuatro de los cinco barcos rusos que fondearon en puertos españoles en 2016 "llegaron desde su puerto de origen en la Crimea ocupada por Rusia" y participaron en las operaciones militares en apoyo del dictador sirio. Uno de esos barcos, la fragata Yaroslav Mudry, "asedió a los barcos de la US Navy que participaban en operaciones contra el Daesh en el Mediterráneo oriental".
Gibraltar es clave
Para el experto norteamericano, el acceso de Rusia a Ceuta "es particularmente preocupante" por la proximidad de Ceuta a Gibraltar, puerto en que "los EE.UU. han confiado a menudo [...] desde su primera intervención militar en ultramar, en 1801, contra Barbaria [hoy Libia], hasta las intervenciones militares más recientes en Oriente Medio y el norte de África".
Esta situación es muy sensible respecto a los submarinos nucleares de la US Navy, que tienen en Gibraltar "el mejor lugar del Mediterráneo" para hacer reparaciones y proveerse. "Los submarinos rusos que están a pocos kilómetros de distancia [Ceuta, Melilla] presentan un potencial problema de inteligencia y seguridad para los EE.UU. y sus aliados", dice el documento.
El informe destaca la deslealtad de España con sus aliados de la OTAN, a quien dificulta las operaciones, a la vez que facilita las cosas a Rusia, su principal rival. "La política de España de permitir a la marina rusa que use el puerto de Ceuta es cada vez más indefendible, si tenemos en cuenta la reticencia española a permitir que los barcos de la OTAN hagan viajes directos entre Gibraltar y los puertos españoles", explica.
Restricciones a los aliados
Coffey insiste. "Aunque España es miembro de la OTAN, su gobierno impone restricciones a los EE.UU. y a otros activos militares de la OTAN que visitan Gibraltar". Entre otras limitaciones, los barcos de la US Navy que fondean en Gibraltar no tienen permiso para acceder a un puerto español si no han pasado antes por otro. "Sorprendentemente, España prefiere en sus puertos a los barcos rusos antes que los de la OTAN", remacha.
Lo mismo pasa con los aviones. Las autoridades españolas deniegan rutinariamente permiso a los aviones militares de la OTAN para sobrevolar a o aterrizar en España si han despegado de o se dirigen a Gibraltar. Por ejemplo, un avión militar norteamericano que vuele entre Rota y Gibraltar primero tiene que desviarse a Faro, en Portugal, o a Tánger, en Marruecos".
Coffey cita aquí otro informe suyo, donde defiende que, por motivos de seguridad nacional y en su propio interés, los EE.UU. tienen que proteger la soberanía británica sobre el peñón y respetar la decisión de los gibraltareños ante las pretensiones españolas.
Presión por todos lados
El autor propone al gobierno y a la administración de los EE.UU. "presionar desde todos lados" a España. "La administración [de los EE.UU.] tiene que trabajar con el Congreso para enviar un mensaje claro y coordinado de que cualquier apoyo español a la marina rusa es impropio de un aliado de la OTAN".
También recomienda al presidente, el republicano Donald Trump, y a su asesor de seguridad nacional, John Bolton, que "hagan pública su decepción con España [...]. El secretario de Estado, Mike Pompeo, y el secretario de Defensa, James Mattis, "tienen que aprovechar todas las oportunidades, incluidas las reuniones ministeriales de la OTAN, para plantear este asunto a sus homólogos españoles". Al mismo tiempo, los EE.UU. "deberían coordinarse con todos los miembros de la OTAN para presionar a España".
"Considerando el estado actual de las relaciones entre Occidente y Rusia, sería una irresponsabilidad que Madrid vuelva a permitir que los barcos de guerra rusos usen puertos españoles. El gobierno de los EE.UU. tiene que dejar claro al más alto nivel que considera completamente inaceptable cualquier apoyo a la marina rusa".