El exvicepresidente del gobierno del Estado y exnúmero 2 del PSOE, Alfonso Guerra, ha vuelto a cargar contra el actual dirigente socialista, Pedro Sánchez, con un artículo de opinión en el medio de derechas The Objective en el cual afirma que "quizás ha llegado el momento en que los socialistas se pregunten si no será el problema el candidato". Guerra, que nunca ha tenido una relación próxima con Sánchez y, de hecho, lo ha criticado en numerosas ocasiones y dio apoyo a la ya muerta políticamente Susana Díaz en su asalto a la cúpula del PSOE en 2017, ha asegurado que "el día que se firmó el acta de defunción política de miles de responsables políticos socialistas" —en referencia a la debacle del PSOE en las autonómicas y municipales— fue cuando se pactó con el Podemos de Pablo Iglesias; y remite a la escena en la que los dos dirigentes se abrazaban.
Alfonso Guerra critica en su artículo que el PSOE de Sánchez "ha abandonado el socialismo liberal que ha impregnado el partido durante 140 años" y "lo ha sustituido con una alianza de radicales, populistas, independentistas y herederos del terror". También denuncia el "disparatado e injusto plan de privilegiar al independentismo hasta el paroxismo de hacer desaparecer delitos del Código Penal para beneficiar a los que han puesto al borde del precipicio la democracia".
De cara al 23-J, el exdirigente socialista considera que el golpe de las municipales se puede mitigar con una buena campaña, pero asegura que "la atmósfera política juega en contra del PSOE", porque existe una "desconfianza, no contra el partido, pero sí contra el secretario general", Pedro Sánchez. Guerra también critica que Sánchez persiste en "el error" de agrupar a los "socios fracasados" para "parar un nuevo gobierno de ultraderecha".
Guerra ve la convocatoria de elecciones como una maniobra "hábil"
Guerra también ha valorado la reacción del presidente del Gobierno anticipando las elecciones generales como "hábil" y "rápida" en clave interna del partido para evitar las "lanzas", porque "sabe que si pierde el poder en el partido, lo pierde todo". El exdirigente socialista considera que la convocatoria obligará a los miembros del partido descontentos a simular apoyo al secretario general, porque si articulan cualquier crítica, "podrá ser calificada de deslealtad por parte de los acólitos del secretario general". Aun así, Guerra asegura que las decisiones se toman "en clave personal" y lo argumenta con la "aberrante noticia" de que se retrasará la elección del nuevo secretario general de la OTAN hasta después del 23-J, para la cual Sánchez es un firme candidato.