Esta semana podríamos conocer ya la fecha de la primera reunión de la mesa de diálogo entre los gobiernos catalán y español para tratar de encontrar una solución acordada que resuelva el conflicto político. Así lo aseguran varias fuentes a ElNacional.cat. En Esquerra Republicana empiezan a impacientarse ante la inconcreción y exigen a Pedro Sánchez que se apresure a poner fecha. Según acordaron el presidente español y el de la Generalitat, tendría que ser antes de que acabe febrero.
El encargado de poner voz en la urgencia ha sido el conseller de Exteriores, que ha instado a Sánchez a "dejar de marear" y cumplir el pacto que firmó al PSOE con ERC anunciando día y hora del primer encuentro de la mesa de diálogo. "Sánchez tdebe decir ya cuándo empezamos a hablar", ha sentenciado.
Además de conseller de Exteriores, Bosch ostenta la presidencia de turno de la comisión bilateral Estado-Generalitat. Se trata de un órgano que se constituyó con el Estatuto y que sirve para que los dos ejecutivos aborden cuestiones más relacionadas con el día a día, que tienen que ver con competencias traspasadas e inversiones pendientes. La previsión es que este espacio se reúna también de manera inmediata. De hecho, así lo planteó el propio Pedro Sánchez en el documento que entregó a Quim Torra, donde figuraban una cuarentena de puntos, la mayoría de los cuales había que discutir en la bilateral. Ahora mismo, la Generalitat está actualizando la lista añadiendo algún punto a los que aportó la Moncloa.
Ahora bien, Bosch ha querido dejar claro que "más allá de lo que se haga a las comisiones bilaterales hay un compromiso político de altos vuelos", el de la mesa de diálogo, y ha advertido al PSOE que no puede esconder el compromiso de iniciar la mesa de diálogo intentando que eso lo supla la bilateral".
Este asunto fue motivo del penúltimo choque público entre JxCat y ERC en el seno del Govern. Sin avisar a presidencia, el conseller de Exteriores (de ERC) compareció para avisar de que no convocaría la bilateral hasta que se celebrara la primera reunión de la mesa de diálogo. No pasaron ni cinco minutos que el president Torra lo corrigió con el argumento de que había que desvincular un espacio del otro. Hoy, preguntado directamente, Bosch ha preferido no mojarse.