La alianza entre el PSOE y el PP se ha vuelto a hacer efectiva este miércoles en el Senado y los dos partidos han acabado reformando, ahora ya de forma definitiva, la ley del 'solo sí es sí'. Así pues, la nueva versión de la ley entrará en vigor la próxima vez que se publique el Boletín Oficial del Estado (BOE). La forma definitiva del texto, con las enmiendas pactadas entre socialistas y populares, se ha aprobado con 231 votos a favor, 19 en contra y 4 abstenciones. Al lado de Podemos, votando en contra, han vuelto a situarse Esquerra Republicana y Bildu. Junts per Catalunya, en cambio, se ha abstenido, tal como hizo la semana pasada en el Congreso. Vox, por su parte, ha decidido no participar en esta votación.
La ley del 'solo sí es sí', pues, ha dejado de esta manera de poder ser bautizada como la 'ley Montero', y es ya la 'ley Llop', porque las correcciones al texto original fueron pensadas por el Ministerio de Justicia, capitaneado por Pilar Llop. Esta vez, de todos modos, ningún ministro del Gobierno ha asistido al Senado. Tampoco Irene Montero, que la semana pasada, acompañada de la ministra de Podemos Ione Belarra, vio cómo la cámara baja modificaba la ley de una manera que, a su parecer, elimina el consentimiento del centro de la norma.
Sí que ha asistido en esta sesión el senador y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Cuando la cámara alta ha dado su luz verde a la modificación de la ley, toda la bancada del PP se ha puesto de pie y ha aplaudido al presidente de su partido; como si la reforma se tratara de un texto impulsado por el mismo Feijóo. Los socialistas, en cambio, han vuelto a hacer lo mismo que la semana pasada: votar a favor de la reforma pero mantenerse en silencio y no aplaudir en ningún momento.
De hecho, parafraseando el mismo discurso que pronunció Feijóo este martes en su cara a cara en el Senado con Pedro Sánchez, la senadora Patricia Rodríguez ha afirmado que con esta reforma el PP da el primer paso para "derogar el sanchismo". "Hoy demostramos que somos el único partido que está a la altura de lo que necesita España", ha manifestado desde el atril de la cámara alta.
Bildu y ERC han vuelto a cargar contra la reforma, situándose otra vez al lado de Podemos y del Ministerio de Igualdad. Han criticado esta reforma tildándola "de electoralista". De hecho, las dos formaciones independentistas ya intentaron en el Congreso presentar enmiendas en la misma línea que Podemos: situar la violencia y la intimidación en las agresiones sexuales como agravante, y no como subtipo. Estas formaciones consideran que de esta manera sí que se blinda el consentimiento, por mucho que socialistas y populares repitan por activa y por pasiva que en su reforma se mantiene el consentimiento porque esta concepto se mantiene intacto en la reforma.