Alícia Romero será la nueva consellera de Economía y Hacienda del nuevo Govern de la Generalitat de Salvador Illa. La hasta ahora portavoz del grupo parlamentario del PSC y número dos de los socialistas en las pasadas elecciones del 12 de mayo, tendrá que afrontar una de las conselleries más notorias de la Generalitat. Negociadora incansable, ha sido la mano derecha de Salvador Illa durante los últimos años y ha encabezado las negociaciones de presupuestos con el Govern de Pere Aragonès. Romero, que es de la rama más catalanista del PSC, tendrá que afrontar en esta nueva etapa la carpeta del sistema de financiación de Catalunya que han pactado a PSC y Esquerra Republicana en el marco del acuerdo de investidura de Salvador Illa.

20240619 REUNIONES PARLAMENTO Salvador Illa Alicia Romero / Foto: Montse Giralt
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la consejera|consellera de Economía, Alícia Romero / Foto: Montse Giralt

Con una fuerte vinculación en el Maresme

Militante del PSC desde los 20 años, Alícia Romero es nacida en Caldes d'Estrac en 1976, siempre se lo ha asociado con la capital del Maresme, Mataró. Y es que estuvo concejala entre 1999 y el 2011. De hecho, en los últimos seis fue teniente de alcalde de Innovación y Promoción de la Ciudad. También asumió responsabilidades en ámbitos como juventud, igualdad y deportes. Destaca durante este periodo el proyecto del Tecnocampus, parque tecnológico y universitario adscrito a la Universidad Pompeu Fabra. Una vez acabó la etapa de concejala, formó parte del proyecto Globalleida, una agencia público-privada de desarrollo económico de la demarcación de Lleida. También fue gerente del equipo directivo del Ayuntamiento de Premià de Mar (Marisma).

Y es que Romero está licenciada en Derecho a la Universidad Pompeu Fabra. Además, cuenta con estudios de posgrado en derecho local y urbanístico y un máster en dirección pública y gobernanza en ESADE. Al acabar la carrera, trabajó durante dos años en el mundo privado, a la entidad financiera maresmense Caja Layetana –absorbida por Bankia en el 2010–, antes de dar el salto a la política municipal. Además de la militancia socialista, Alícia Romero también formó parte de entidades juveniles, como l’AJEC, la Joventut Socialista de Catalunya o el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya.

Objetivo: aprobar los presupuestos cada año

Romero toma el relevo de Natàlia Mas, y es que será la encargada de elaborar y negociar los presupuestos cada año. Próxima, risueña y con buen trato con la prensa, ha estado presente en las últimas negociaciones importantes del PSC. Un ejemplo es que ha formado parte de las conversaciones con Esquerra Republicana para investir a Salvador Illa. De hecho, formó parte de la delegación socialista que el 6 de junio se desplazó hasta Ginebra (Suiza) para reunirse con la secretaria general de ERC, Marta Rovira. También participó en los encuentros posteriores.

Romero también ha sido clave para el PSC en la última legislatura. Y es que ha conseguido hasta dos veces llegar a acuerdos con el Govern de Pere Aragonès para la aprobación de los presupuestos. Ha encabezado la mayoría de conversaciones y negociaciones parlamentarias y gracias en gran parte a su tarea ha conseguido que su partido incrementara los escaños en 9 diputados.

Entrevista Alicia Romero Suyo a PSC portada / Foto: Pau de la Calle
Entrevista Alicia Romero Suyo a PSC portada / Foto: Pau de la Calle

Romero y el 155

Romero tomó el relevo de Eva Granados en el Parlament una vez Salvador Illa alcanzó la primera secretaría del PSC. Y es que Illa quería a alguien desmarcado de los años del procés independentista y con capacidad de tejer vínculos con todas las fuerzas políticas. Romero ha sido clave para romper los bloques, y es que tiene buena relación con los líderes de los grupos parlamentarios de Junts, ERC y Comuns. Durante el otoño del 2017, Alícia Romero era portavoz adjunta del PSC en el Parlamento y tuvo un papel destacado en la aplicación del artículo 155, asegurando que no lo querían y absteniéndose de participar de la comisión al Senado. No obstante, acabaron votando a favor al pleno el 27 de octubre, con la excepción del expresidente José Montilla, que no participó de la votación.