Emmanuel Macron avisó, Albert Rivera ha hecho oídos sordos. Repitiendo los mismos malabares de Andalucía, pero con letra pequeña sustancialmente diferente, el candidato del PP José Luis Martínez-Almeida ha sido investido este sábado nuevo alcalde de Madrid. En una coalición casi paritaria con Ciudadanos, donde Begoña Villacís será vicealcaldesa, la derecha desahucia a Manuela Carmena de la plaza de Cibeles y recupera la capital del Estado cuatro años después. La izquierda alternativa ha quedado fuera de circulación. Nada de eso habría sido posible sin negociar los votos positivos de la extrema derecha de Vox, liderados en el consistorio por Javier Ortega Smith. También estarán en el gobierno, aunque en un segundo plano. Suman 30 de los 57 concejales.
El acuerdo ha costado, pero finalmente ha llegado a última hora. Este viernes, sobre las diez y media de la noche, comparecían juntos Almeida y Villacís para anunciar el gobierno de coalición, después de más de ocho horas de negociación. Pero todavía faltaban los votos de Vox, que el PP ha conseguido atar a las cuatro de la madrugada. El pacto contempla que la extrema derecha reciba concejalías de gobierno en los ayuntamientos en función de sus resultados. No es el caso de Madrid, donde sí que podría obtener presidencias de juntas de distrito. Es la primera vez que queda por escrito la entrada de los ultras en gobiernos.
La primera en llegar al plenario del Ayuntamiento de Madrid ha sido justamente la alcaldesa en funciones, Manuela Carmena. Lo ha hecho veinte minutos antes de la hora prevista para al inicio del acto, con el rostro de resignación de ser con diferencia la más votada pero ser desalojada. Ha hecho tiempo conversando con los trabajadores de la casa. A las puertas del consistorio, a lo largo de la mañana, se han ido concentrando ciudadanos para expresarle su apoyo y el rechazo al acuerdo de la derecha y la extrema derecha. El cruel destino ha querido que, como hace cuatro años, Manuela Carmena haya sido la presidenta de la Mesa de Edad. Ella ha proclamado la victoria de Almeida.
En cambio, en la derecha, todo caras de euforia difícil de contener. Todas las cámaras estaban esperando la llegada de José Luis Martínez-Almeida, que lo primero que ha hecho es ir a saludar a Manuela Carmena. Minutos más tarde, cuando ha llegado Begoña Villacís, también ha tenido el gesto de acercarse, aunque los fotógrafos no se lo han puesto fácil. Los últimos en llegar, tocadas las once de la mañana, han sido los cuatro concejales de Vox, encabezados por Javier Ortega Smith. Justo después ha empezado el pleno de constitución. Sin ellos no podía empezar. Sin ellos tampoco podía haber investidura de Almeida. Por los gritos parecía un estadio de fútbol, con el retrato del rey Felipe VI presenciándolo todo.
En los asientos de invitados, observando desde la tribuna, estaba toda la plana mayor del PP madrileño, empezando por los exalcaldes Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella, así como la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. También había su presidente estatal, Pablo Casado, con cara de satisfacción después de haber conseguido hacer de relator entre Ciudadanos y Vox. No han estado ni Albert Rivera ni Santiago Abascal.
Almeida: "No encontrarán nada fuera del ordenamiento"
Después de ser investido alcalde de Madrid, y después de tener que escuchar las duras críticas de la izquierda por haber pactado con la extrema derecha, José Luis Martínez-Almeida se ha visto obligado a responder. "Les reto a que encuentren cualquier cuestión que esté fuera del ordenamiento jurídico", ha asegurado en un tono desafiante. "No hay ninguna cuestión que esté fuera del ordenamiento jurídico", ha insistido a continuación por si no había quedado lo suficientemente claro.
Después de agradecer la tarea de Manuel Carmena, que "nunca dejará de ser alcaldesa de Madrid", el flamante nuevo alcalde de Madrid ha recompensado la "confianza" de Ciudadanos y Vox. Ha reivindicado un Madrid "orgulloso de ser la capital de la nación española" y ha pedido "estar a la altura" de este hecho. También ha tendido la mano a la oposición, incluido al Más Madrid de Carmena, para trabajar conjuntamente por la ciudad.
Por su parte, Begona Villacís ha subrayado, como hizo este viernes, que el acuerdo firmado es sólo entre el PP y Ciudadanos, y ha celebrado que vuelva a haber un gobierno de coalición en la capital del Estado. "Es importante leerse los puntos de los acuerdos que se firman", ha dicho la dirigente de Ciudadanos dirigiéndose a la bancada socialista, que ha sido muy dura. "Léanse el pacto", ha insistido por segunda vez. Lo ha calificado de un "gobierno sensato y liberal".
El ultra Javier Ortega Smith ha arrancado su intervención manifestando "el honor de intervenir bajo el retrato de Su Majestad El Rey y la enseña nacional". El secretario general de Vox y portavoz en el Ayuntamiento ha prometido "lealtad institucional a la Corona" y luchar para "erradicar cualquier atisbo de totalitarismo o fanatismo, sea del signo que sea". Ha acabado con un "viva Madrid y viva España".
"Madrid no merece esto"
En un discurso que ha sido más un aviso a navegantes, Manuela Carmena ha pedido a las "tres derechas" que "cuiden la democracia", utilizando términos feministas. "Lamentablemente hay quien no cree en el feminismo, no respeta a las mujeres, las mata", ha denunciado, recordando que "estamos llegando a las 1.000 mujeres muertas". La alcaldesa saliente ha subrayado "lo que costó traer la democracia a este país", que fueron "esfuerzos y vidas".
En la misma línea de cuidar la democracia, Carmena ha afirmado que "no podemos seguir insultándonos, injuriándonos, utilizando manipulaciones y mentiras para llegar al poder". Paradójicamente, ha sido respondida con un ligero abucheo. Al PP y a Ciudadanos, que pactan con Vox, les ha enviado un mensaje: "Hemos ganado estrepitosamente las elecciones. Tenemos que saber cuál es la situación sociológica". Ha señalado que el PP ha vuelto a la alcaldía con menos votos que nunca.
Uno de los más punzantes ha sido el portavoz socialista Pepu Hernández, que se ha dirigido al PP y Ciudadanos haciendo uso de sus alianzas europeas: "Ni Angela Merkel ni Emmanuel Macron pactarían jamás con una fuerza de extrema derecha. La combatirían con todas sus fuerzas". Ha denunciado que "el trío de Colón gobernará Madrid desde el Palacio de Cibeles". Y ha concluido: "Madrid no merece esto. Madrid es mucho más avanzada y moderna que el gobierno que se constituye hoy".