La campaña electoral madrileña del 4-M acumula una, ya considerable, lista de amenazas a varios dirigentes políticos. Ayer martes, se detectó en Correos una carta dirigida a la Dirección General de la Guardia Civil con cuatro cartuchos y un mensaje de muerte que, según fuentes de la investigación, iba dedicado al exvicepresidente del Gobierno y candidato de Unidas Podemos a los comicios, Pablo Iglesias.
Tres balas de arma corta y una de larga
La carta, que fue abierta "con la debida autorización", contenía un papel con amenazas a Iglesias y tres balas del calibre 22, que se utilizan en armas cortas, y una del 7,62, de arma larga.
Ha sido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha citado este mismo miércoles a Pablo Iglesias para comunicarle estas novedades.
Segunda carta para Iglesias
Se trata de la segunda carta con balas que recibe el líder de Podemos en esta campaña electoral, aunque no ha sido, ni mucho menos, lo único. Asimismo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el exvicepresidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, Maria Gámez, también han recibido amenazas similares.
La policía encuentra al autor de la carta en Maroto
Por otra parte, la ministra de Indústria, Reyes Maroto, recibió otra misiva con una navaja aparentemente ensangrentada. Sin embargo, en este caso el remitente había puesto su nombre. Un hombre ha sido ya localizado y ha declarado ante los agentes, a los cuales ha reconocido la autoría.
Se trata de un vecino del municipio madrileño de El Escorial, que según La Sexta está diagnosticado de esquizofrenia. No tendría nada que ver con la autoría de las otras amenazas a Marlaska, Iglesias y Gámez. Fuentes del Ministerio del Interior señalan que el caso ya se encuentra judicializado a los juzgados de la Plaza Castilla. El juez tendrá que decidir.
Se refuerzan las medidas de seguridad a los candidatos
En este contexto, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han recibido órdenes de reforzar las medidas de seguridad de todos los candidatos que aspiran a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, poniendo servicio de escolta en aquellos que no la tenían ya.