La diputada de Vox en el Congreso de los Diputados Macarena Olona desafió con la mirada, la palabra e, incluso, sin respetar la distancia de seguridad y el respeto interpersonal, a la periodista de La Sexta Cristina Pérez. ¿El motivo? Hacer periodismo. Mientras Olona andaba por los pasillos del Congreso, Pérez le preguntó, con el micrófono en la mano, si le parecía bien que se llamara a una diputada 'bruja' en medio de una sesión parlamentaria. La pregunta era adecuada, pues es lo que su compañero de ultraderecha, José María Sánchez, le había dicho a la socialista Laura Berja.
Como mujer y compañera del diputado Sánchez, la periodista quería conocer la opinión de Olona. Esta, de entrada, siguió andando e ignorando la pregunta, pero finalmente se lo pensó, se giró y se dirigió a ella desafiándola: "¿Has hecho esta misma pregunta cuando en este pleno me han agredido, en este Congreso, y me han dicho fascista a esta misma distancia?". La periodista intentaba responder y no podía hablar. Olona seguía: "Es una pregunta que quiero hacerte. No, es una pregunta directa. Quiero una respuesta: ¿sí o no? ¿Sí o no? Gracias, tu silencio es muy elocuente". A duras penas, Pérez pudo recordarle que "la periodista era ella". Olona, que parecía tener tanto interés en conocer las palabras de la periodista, le volvió la cara y se marchó marcando el paso y desafiándola.
Lo que está haciendo Vox con los periodistas y, en concreto, aquí Macarena Olona es insoportable. Todo mi apoyo a @Cristina_Perwez que además de una excelente periodista es una buenísima persona. pic.twitter.com/V3ir7Se9cg
— Marta Monforte (@MartaMonforteJ) September 21, 2021
Hay que recordar que las ideas fascistas que propaga Vox son una realidad en el hemiciclo, pero, en cambio, la discriminación personal tildando a una mujer de "bruja" es diferente. Por otra parte, Olona miente cuando dice que la han amenazado y sobre el grito fascista hace referencia al de la diputada de Esquerra, Maria Carvalho, el mes de junio de este año.
Por este lamentable suceso, la periodista ha recibido el apoyo de sus compañeros de profesión, pero también de diputados de otros partidos. A modo de ejemplo, Gabriel Rufián de Esquerra, que ha escrito en Twitter: "Periodistas de Congreso. Jornadas de 10, 12 y 14 horas, de pie y en un pasillo. Guste o no guste lo que preguntan, son trabajadoras y trabajadores y merecen un respeto. Todo el apoyo". Y otro diputado del PP, Pablo Montesinos, también lo ha condenado: "Lo dije esta mañana de Podemos, y ahora de Vox. Los periodistas están haciendo su trabajo, que es preguntar. Mi apoyo también a Cristina Pérez. Siempre en defensa de la libertad de información. Basta de acobardar o señalar a periodistas. Los unos y los otros".
"Bruja"
El vicepresidente primero del hemiciclo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que estaba ejerciendo las tareas de la presidencia en sustitución de Meritxell Batet, suspendió la sesión durante 10 minutos después de que hubiera expulsado a un diputado de Vox, José María Sánchez García, por llamar "bruja" a la diputada del PSOE Laura Berja. Sánchez García retiró "que le haya dicho bruja", pero se negó a abandonar el hemiciclo.
Este calificativo se escuchó durante la intervención de Berja en el marco del debate sobre la iniciativa del grupo socialista para penalizar el acoso a las mujeres que van a clínicas abortivas. El presidente suplente, Alfonso Rodríguez, detuvo la intervención de la diputada socialista para llamar al orden a José María Sánchez García y pedirle que retirara lo que había gritado.
Lejos de retroceder, en la primera ocasión, el diputado de Vox defendió que Berja "no había dicho ninguna verdad desde que había tomado la palabra". Seguidamente, Alfonso Rodríguez llamó al orden a Sánchez García por segunda ocasión y este replicó que no retiraba que la diputada no había dicho "ninguna verdad". Entonces, se produjo la tercera llamada al orden, hecho que significa ser expulsado del Congreso de los Diputados. Miembros de la bancada del PSOE y Unidas Podemos aplaudieron. Cuando el diputado empezó a bajar las escaleras del hemiciclo, lo paró Iván Espinosa de los Monteros, uno de los portavoces del grupo parlamentario de extrema derecha. Después de esta conversación, José María Sánchez García volvió a subir las escaleras y dirigió hacia su escaño. Alfonso Rodríguez, presidente suplente, le reiteró que se marchara de la sala. Después de intentar intervenir desde su butaca, bajó las escaleras y abandonó el hemiciclo.