El economista Xavier Sala-i-Martin ha cargado contra la alianza que los socialistas hicieron el miércoles en el Parlament contra el dictamen que ampara al diputado de la CUP Pau Juvillà, perseguido por la Junta Electoral Central (JEC). "Eso sí que es curioso: ¡que a la hora de la verdad cuando se trata de defender la soberanía de Catalunya, el PSC se alía con Vox, Cs y PP!", ha indicado el economista. El dictamen que votó ayer la Comisión del Estatuto de los Diputados contó con el voto favorable de Junts, ERC, la CUP y En Comú Podem. Por el contrario, el PSC votó en la misma dirección que lo hizo la derecha españolista de Vox, Ciudadanos y el Partido Popular. De esta manera, los socialistas rechazaron defender el escaño del diputado de la CUP y secretario tercero de la Mesa del Parlament, Pau Juvillà, en los plazos que argumenta el dictamen, que mantiene que el cupaire tiene que preservar su escaño siempre que no comprometa a los funcionarios de la cámara catalana. Este informe, que tendrá que ser ratificado en pleno parlamentario, llega justo antes de que se cumpla el plazo que fijó la JEC para que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ejecute la retirada del acta del diputado.
El diputado del PSC David Pérez anunció que votarían en contra de la resolución, que considera "débil desde el punto de vista jurídico" porque "no hay ninguna firma de ningún letrado o jurista". Así, opinó que ningún informe parlamentario puede ir en contra de lo que ordena la JEC, por lo que pidió cumplir la sentencia y retirar el acta de Pau Juvillà, evidenciando el cambio de postura de los socialistas sobre esta cuestión. También aprovechó la oportunidad para criticar la propuesta de suspender la actividad institucional, que considera una muestra de "teatralización e improvisación". El diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco remarcó que, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), no puede ser diputado una persona condenada por desobediencia, aunque esta no sea firme. "Juegan a despistar", advirtió. Con respecto al dictamen aprobado, lo tildó de "papel mojado" y una pérdida de tiempo que llevará igualmente a la pérdida del escaño por parte de Juvillà. "Están intentando engañarnos con una chapuza semijurídica", criticó.
Por su parte, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha reconocido que la situación es complicada, y ha dado apoyo a Borràs. "La presidenta Borràs está haciendo todo el que puede, y más, para que el diputado Juvillà no pierda el escaño", ha asegurado Forcadell en una entrevista en RN4. Para Forcadell las acciones de la Mesa en la protección del escaño de Juvillà tienen que tener una línea roja: no afectar a los funcionarios que trabajan en la cámara. "Ya se ha dicho que el límite era que no llegara a tener consecuencias penales para los funcionarios", ha remarcado. Cuando le han preguntado sobre la utilidad de la desobediencia en casos como este, Forcadell ha sentenciado: "Creo que la desobediencia tiene sentido siempre. No se puede normalizar que un órgano como la JEC pueda sacar el escaño a un diputado escogido democráticamente".