El Secretariat Nacional del Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha aprobado con una amplia mayoría la creación de un grupo de trabajo para desarrollar el proyecto de la lista cívica. Más del 90% de los miembros del órgano de gobierno de la entidad han dado apoyo a la propuesta, que busca definir al máximo la iniciativa a fin de que los socios puedan votarla con "toda la información y transparencia" en la consulta prevista para el primer trimestre de 2024.
El grupo de trabajo recogerá los posicionamientos y propuestas de los secretarios nacionales y de las asambleas de base de la entidad, y estará formado por los cuatro cargos orgánicos de la Asamblea y secretarios nacionales de las diferentes comisiones, según informa la entidad. Este grupo tendrá cuatro objetivos principales: desarrollar los principios de la lista cívica aprobados en la última hoja de ruta; implementar una web informativa sobre la lista cívica; elaborar un código ético y una carta de compromiso político con el levantamiento de la DUI que tendrán que firmar los candidatos y preparar la consulta y proponer acciones para fomentar la participación.
Una agrupación de electores para conseguir la independencia
La ANC presentó el pasado mes de junio una nueva hoja de ruta en la cual ya apuntaba hacia la formación de una lista cívica, que previsiblemente se presentaría en las próximas elecciones al Parlament, en el 2025. Esta tendría que tener forma de agrupación de electores, ya que la entidad no tiene intención de convertirse en un partido político más, con el fin de marcar distancias con los partidos independentistas, que consideran que participan del autonomismo. Así, la lista cívica busca ser un "instrumento de movilización" más para llegar "cuanto antes mejor a la independencia de Catalunya", que, recuerdan, es "el único objetivo" de la ANC.
En este sentido, la vicepresidenta de la entidad, Núria Marín, apuntó en un acto el pasado mes de junio que los electores serían "gente de país que todo el mundo tiene como referentes, independentistas de piedra picada por los que podemos poner la mano en el fuego". Por otra parte, en caso de que consiguieran representación en el Parlament, Marín dejó claro que no votarían leyes ni participarían de la actividad parlamentaria que no tuviera que ver con la independencia. "Nuestro fracaso sería hacer autonomismo", apuntó.
En la hoja de ruta, la ANC también plantea una estrategia más allá del ámbito institucional. Así, en el frente civil, propone crear nuevos espacios de poder del independentismo desde el sindicalismo, las cámaras de comercio o en el empresariado. También apuesta por "denunciar las actuaciones antidemocráticas de los estados español y francés, buscando soportes y complicidades para la causa catalana" en el ámbito internacional.