Después del éxito movilizador de la Assemblea Nacional Catalana por la pasada Diada, la entidad ha visto reforzado su estrategia para acelerar la independencia. Es en este contexto que la ANC ha iniciado una ronda de contactos con partidos, entidades y figuras del mundo independentista que tienen como objetivo reforzar y tejer complicidades entre los socios del espacio. Este miércoles por la tarde ha sido el turno de ERC. Las dos delegaciones, lideradas por el vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona (la presidenta Dolors Feliu se encuentra en Nueva York por una conferencia sobre la represión del Estado), y la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, se han reunido durante más de una hora en el Parlament. Las sensaciones del encuentro, sin embargo, han sido bastante austeras.
Pesarrodona se ha limitado a reivindicar la necesidad de tejer "puentes de conversación" entre los partidos y entidades que conforman el movimiento independentista para poder encontrar "puntos de confluencia". "Todos coincidimos en que se tiene que hablar porque tenemos un propósito compartido clarísimo, que es la independencia", ha dicho, prefiriendo no entrar en reproches con ERC. La única crítica se ha limitado a constatar que hay "bastante distanciamiento" entre las dos partes, señalando también la importancia de que la gente esté movilizada. "Vemos que los partidos, como hicieron antes del 1-O, obedecen a la gente cuando este empuja desde debajo, por lo que es el pueblo movilizado el que empujará a los partidos". Más allá, ha insistido en que su propuesta de hacer la declaración de independencia de Catalunya durante la segunda mitad del 2023 continúa de pie, y que no modificarán su hoja de ruta. "Continuamos decididos a la confrontación con el Estado porque vemos una ventana abierta. Si no, exigiremos elecciones", ha amenazado, como ya hizo Dolors Feliu durante su intervención de la Diada.
La propuesta de hacer la DUI el año que viene fue hecha por la misma presidenta de la ANC durante la reunión de la entidad, junto con Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència, con Pere Aragonès. El presidente de la Generalitat y las dos organizaciones cerraron la puerta a esta opción. Similarmente, Junts también mostró sus reticencias a la propuesta.
Reunión con la CUP
Después de la Diada, la ANC anunció que se reuniría con los partidos durante los próximos días. El encuentro con Junts fue inmediato, y este mismo miércoles, antes de verse con los republicanos, la entidad se ha reunido con la CUP, eso sí, sin ofrecer declaraciones posteriores a petición de los anticapitalistas. Tan solo se ha hecho referencia en un tuit a Twitter en que han explicado que de esta manera cumplían el compromiso de la "rueda de contactos" con partidos e instituciones "para valorar el éxito de la manifestación del 11-S y encontrar estrategias y escenarios para avanzar hacia la independencia".