La Assemblea Nacional Catalana (ANC) mueve ficha. La entidad independentista ha convocado para el sábado 13 de julio una manifestación contra el "golpe de estado" que, en opinión de ellos, están practicando los jueces del Tribunal Supremo a la hora de negarse a aplicar la ley de amnistía a los dirigentes del Govern Puigdemont. La concentración arrancará a las 17 horas en plaza Urquinaona y Via Laietana e irá hasta la plaza Sant Jaume. En una rueda de prensa, la ANC ha expuesto que hacen esta convocatoria con el objetivo de denunciar, por una parte, la actuación de jueces como Manuel Marchena y Pablo Llarena y, por la otra, "exigir a los partidos catalanes" que dan apoyo a Pedro Sánchez que se enfrenten al Gobierno. Además, la organización presidida por Lluís Llach se muestra enojada con el hecho de que "el Govern dé apoyo a la amnistía de los policías". El lema de la manifestación será "Desobedezcamos a los jueces españoles: independencia".

Elisenda Romeu, coordinadora de movilización de la ANC, ha apuntado que empiezan desde plaza Urquinaona con Via Laietana porque allí hay "una de las salas del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que ha vulnerado alguna vez el derecho de manifestación". Además, consideran que la plaza Urquinaona es uno de los "lugares emblemáticos de la lucha independentista".

Lluís Llach: "El estado de derecho está tocado de muerte"

El presidente de la ANC, Lluís Llach, ha afirmado durante la comparecencia que "en Catalunya el estado de derecho está muerto en nombre de la unidad española" ante la inaplicación de la ley de amnistía con respecto al delito de malversación. Al mismo tiempo, el cantautor ha instado las formaciones independentistas a "forzar" a Pedro Sánchez al hecho de que se tenga que "enfrentar decididamente a una judicatura en franca rebelión". Desde la perspectiva de Llach, "a partir de ahora nadie puede estar seguro de su defensa ante un estado con una judicatura de extrema derecha que nunca fue depurada al final de la dictadura y por eso no hacen falta militares, sino togados con puñetas".

Llach ha denunciado que el independentismo es un "enemigo" para el Estado y que busca "criminalizar el movimiento para atemorizarlo con la doctrina del acoso perpetuo", atacando "cualquier protesta que cuestione la unidad y dominación totalitaria sobre el conjunto de la sociedad". Por esta razón, el presidente de la Assemblea ha defendido la convocatoria de la manifestación: "No podemos consentir ni consentiremos que un president, políticos, periodistas, cantantes y represaliados sean víctimas de una justicia prevaricadora. Nos sentimos con el derecho y tenemos la obligación de alzarnos contra esta conculcación de nuestros derechos".

Por otra parte, preguntados por la actuación que como entidad prevén si Puigdemont vuelve, Lluís Llach ha indicado que "la figura de un president en el exilio merece que un país que está afectado por la persecución de sus autoridades sea protegido y bienvenido por la gente de su país, estando a su lado y mirando que pueda llegar en buen estado". A su vez, Elisenda Romeu ha aseverado que hay que estar "preparados para que, cuando venga, se le dé el apoyo que haga falta como institución". Por todo ello, Llach ha querido reiterar que desde la ANC no "favorecerán" que haya partidos "independentistas y que se dicen independentistas" que promuevan la elección de Salvador Illa como president.

El recurso de apelación contra los policías amnistiados

En la misma rueda de prensa, la entidad ha recordado que presentará un recurso de apelación contra la aplicación de la ley de amnistía a los 46 policías procesados por agredir a votantes el 1-O. La abogada Pilar Rebaque ha detallado que los delitos por los cuales se imputó a estos agentes son "supuestos que no se pueden amnistiar" y por eso formularán este recurso, por el cual tienen tiempo hasta el 10 de julio: "La ciudadanía fue a votar porque estuvo convocada por su Govern legítimo, un acto de libertad de expresión y participación política. Vino la policía con toda la carga y toda su actuación fue una vulneración de la dignidad humana". En esta línea, Rebaque ha apuntado que lo que hizo la policía española fue una "vulneración del artículo 3 de la Convención de los Derechos Humanos".