La Assemblea Nacional Catalana (ANC) no tiene suficiente con la respuesta del director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, a sus peticiones y quejas, que desde la asociación independentista hicieron a la consejera Núria Parlon, titular de Interior y Seguridad Pública, a raíz del dispositivo que los Mossos d'Esquadra llevaron a cabo el pasado 8 de agosto, el día del debate de investidura de Salvador Illa y la no detención de Carles Puigdemont. Tal como ha avanzado ElNacional.cat, que ha tenido acceso a la respuesta de Trapero, el jefe político de los Mossos ha avalado el uso de gas pimienta contra los manifestantes que, según él, con reiterados empujones y "acciones violentas", intentaron acceder al parque de la Ciutadella rompiendo la línea policial de efectivos de la Brigada Móvil, los antidisturbios de los Mossos.

Tras hacerse pública la carta de Trapero, la ANC también ha enviado un comunicado a los medios de comunicación contestando la misiva del jefe político de los Mossos y pidiendo una reunión con Josep Lluís Trapero para tratar "estos hechos graves que afectaron y limitaron el derecho de manifestación", aseguran desde la ANC de Lluís Llach.

La ANC niega "acciones violentas"

Desde la Assemblea aseguran que las "acciones violentas" que detalla Trapero en su carta no se produjeron y que el uso de gas pimienta contra los manifestantes "no era adecuado". La ANC apunta que "se causaron lesiones, se utilizó en un pasillo lleno de manifestantes y podría haber provocado daños muy graves a las personas que allí se concentraban". "Todavía hay una persona en tratamiento que sufre las consecuencias", aseguran desde la comisión de Seguridad de la asociación soberanista. Incluso aseguran que los Mossos utilizaron el gas pimienta saltándose el protocolo y sin avisar a los concentrados de este uso.

En el momento de los hechos, los agentes que se encargan de la mediación con los manifestantes, aseguran desde la Assemblea Nacional Catalana, dijeron que el gas no lo había lanzado la policía, sino que había sido un manifestante, y que eso desencadenó una carga con golpes de defensa, un hecho que ya se pudo desmentir y que ahora, tras la carta de Trapero, queda doblemente desmentido. Fueron los Mossos quienes hicieron uso de gas OC –como se conoce en el argot policial–, siendo una de las primeras veces que la policía catalana lo utilizaba como herramienta de dispersión.

Mossos Esquadra disuelven con porras y gas pimienta manifestantes recibida Puigdemont intentan acceder Ciutadella Carlos Baglietto
Imagen de los momentos de tensión entre los Mossos y los manifestantes, en el parque de la Ciutadella / Foto: Carlos Baglietto

Según el relato de Trapero, tras el ataque contra la línea policial, se valoraron diversas herramientas de dotación de la Brigada Móvil y se optó por esta, la menos lesiva a su alcance, para intentar detener la intrusión al parque de la Ciutadella, que se había cerrado para evitar incidentes en el interior y preservar el pleno de investidura de Salvador Illa. Cabe recordar que en el momento en que se lanza el gas contra los manifestantes, todavía no se había podido localizar a Carles Puigdemont, sobre quien había una orden de detención por parte del juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, que, lejos de cumplir con la ley de amnistía, quiere que se detenga al presidente del 1 de octubre de 2017 por un supuesto delito de malversación.

Reunión con Trapero

Desde la ANC insisten en asegurar que la manifestación fue pacífica y que no se pueden criminalizar actos de resistencia pasiva que forman parte de las formas del derecho de manifestación, y lamentan que se organizara un operativo policial "desproporcionado". También recuerdan que comunicaron la marcha del 8 de agosto y que los Mossos, "sin previo aviso", evitaron el paso de los manifestantes.

Desde la dirección de la Assemblea Nacional Catalana lamentan que la carta de Josep Lluís Trapero, nombrado director general de la Policía días después de los hechos del 8 de agosto, no responda a las quejas que desde la organización se hicieron, sobre todo por la calificación de "alta amenaza" a la ANC y que, según ellos, "quedaba fuera de los parámetros que debe seguir una policía democrática". No se ha recibido respuesta sobre el contenido, la forma y el tono del informe que los Mossos enviaron a Llarena sobre los hechos de aquella mañana de agosto. La dirección de la ANC ha pedido reunirse con Trapero para poner sobre la mesa estos hechos, han avisado. De momento, Interior no se ha pronunciado.