El Secretariado Nacional de la ANC ha acordado este domingo que sólo participará en la negociación catalana previa a la mesa de diálogo con el Estado, que ha anunciado que convocará al presidente Quim Torra, si se cumplen dos condiciones: que los comunes no participen en ella –ya que consideran que sólo tienen que estar los independentistas– y que sea "exclusivamente para la independencia". Así lo han anunciado en un comunicado, después de una nueva reunión de la cúpula celebrada en Calaf.
En él, la entidad también califica "improbable" un escenario de diálogo efectivo con el Estado, pero defiende que si hay un "resquicio" de una independencia pactada, trabajará para hacerla posible y para "fiscalizarla". En este punto, se erige como a "garante" de qué la negociación con el gobierno de PSOE-UP "no lleve a una segunda transición cerrada por arriba que blinde el autonomismo con una reforma estatutaria" y, por eso, pone dos condiciones a su participación en este diálogo.
Por una parte, consideran "imprescindible" que la mesa previa catalana "esté formada exclusivamente por partidos, entidades y actores sociales independentistas" y, en este sentido, consideran que los comunes, al estar ya representados como Gobierno, "no tendría sentido que formaran parte". La segunda condición, por lo contrario, no es sobre quien tiene que formar parte, sino qué "temas" se tienen que tratar.
En este sentido, la Assemblea considera que la "mesa bilateral tiene que ser exclusivamente para la independencia" y que, por lo tanto, "o se negocian los términos de la independencia en base a una mayoría parlamentaria independentista en el Parlament o un referéndum binario sobre la independencia acordado con el Estado y vinculante". También consideran que, en este punto, se tiene que abordar también el fin de la represión.
El presidente Torra anunció la semana pasada que convocaría una reunión con partidos y entidades para abordar cuál tiene que ser la propuesta que el Govern lleve a la mesa de negociación con el Gobierno, pactada entre ERC y el PSOE a cambio de la abstención de los primeros en la investidura de Pedro Sánchez. Torra también puso como condición previa a la activación de la mesa que hubiera una reunión entre él y Sánchez.