"Hasta cuándo?". Esta es la pregunta que se hace el Assemblea Nacional Catalana (ANC) en una carta enviada a las bases donde las cita a una concentración el día 12 de febrero en apoyo, entre otros, al secretario tercero de la Mesa del Parlament, Pau Juvillà. La entidad independentista expone una serie de situaciones donde se han producido graves injerencias de la Junta Electoral o del Tribunal Supremo donde se ha visto afectado el Parlament de Catalunya durante los últimos cuatro años: "Son de los más graves, porque implican que, en nuestro país, lo que decidimos los electores votando no se respeta".
La ANC convoca la protesta por casos como el de la investidura del presidente en el exilio Carles Puigdemont, "a quien no se permitió defenderla a distancia" y la de Jordi Sànchez que no pudo salir de la prisión a pesar de las cautelares dictadas por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La entidad también hace referencia a "la suspensión, sin haber sido juzgados, de seis diputados en el Parlament, entonces presos políticos o exiliados, la retirada del escaño al presidente y diputado Quim Torra, su posterior inhabilitación como presidente, y ahora, la retirada del escaño al diputado Juvillà, por un lazo amarillo en la ventana de su despacho en la Paeria, durante la campaña electoral de unas elecciones donde su formación ni siquiera se presentaba".
"Falsa democracia"
La carta, que está firmada por la presidenta de la entidad, Elisenda Paluzie, recuerda el día "en qué lo que decidimos votando sí que se hizo realidad". Paluzie hace referencia al 6 de septiembre de 2017, cuando se aprobó la ley del referéndum y al 1 de octubre cuando este se celebró "a pesar de las resoluciones judiciales y a pesar de la violencia desatada de las fuerzas de ocupación". A partir de este momento, según la presidenta, todo cambió y se entró en una "falsa democracia donde lo que votamos no tiene valor", es por eso que considera que "sólo volviendo a hacer un acto de soberanía, con unidad de acción de las fuerzas políticas y de la ciudadanía movilizada, recuperaremos la democracia real". Para la ANC, este acto de soberanía es "una declaración de independencia parlamentaria con la voluntad, la determinación y la capacidad de hacerla efectiva".
Hasta que no llegue el momento de la declaración de independencia, Paluzie propone plantarse ante las injerencias en la soberanía del Parlament como por ejemplo la producida en el caso de Pau Juvillà. La líder de la ANC concluye la carta indicando: "Sin horizonte por|para la independencia y sin hablar claro a la ciudadanía, sólo nos vertéis a la frustración, a la desmovilización, a la retirada colectiva. Con determinación y honestidad, tendréis la gente al lado como la tuvisteis el 1 de octubre".