Con la resaca de las elecciones municipales todavía bien presente, pero con la mirada ya puesta en las elecciones generales convocadas de manera anticipada por Pedro Sánchez, la ANC plantea a los socios pedir el voto nulo en los comicios del 23-J si finalmente no se acaba produciendo una única lista independentista como han propuesto algunos partidos. Esta es su primera opción, tal como dejan claro en un comunicado, asegurando que "iniciarán una rueda de contactos con los partidos para incentivarlos a hacer un bloque común independentista de confrontación", y en caso de que este fracase, entonces consultará a las bases para decidir si recomendar un voto nulo o la abstención.
En las elecciones del 28-M, la abstención creció notablemente en Catalunya en lo que se entiende como un voto de castigo al independentismo después de este último mandato. En este sentido, la Assemblea ha destacado que el mensaje que ha enviado el movimiento a los partidos representados en el Parlament, es decir, ERC, Junts y la CUP, es claro y defienden que se tiene que repetir en las generales como denuncia a su renuncia a hacer efectiva la independencia. "Esta es especialmente preocupante si se tiene en cuenta la mayoría absoluta en votos y en escaños que los partidos independentistas tienen en el Parlament", insisten desde la ANC.
Las generales, una oportunidad para cambiar de rumbo
Las elecciones al Congreso convocadas a toda prisa por Pedro Sánchez después del porrazo electoral del PSOE por todo el Estado en las municipales y autonómicas se han convertido, según la ANC, en una "oportunidad para que el movimiento independentista inicie un cambio de rumbo". Esta debe suponer una "unidad estratégica coherente", algo que ha faltado en la última legislatura en Madrid, con ERC apoyando gran parte de las medidas del Gobierno. Con todo, advierten de que esta unidad tiene que ser real y basada en la coherencia, "no en las apariencias vacías".
La ANC hace referencia en su comunicado a la hoja de ruta aprobada por los socios y que se presentará a mediados de junio. Según el comunicado, este incluye una estrategia basada en bloquear el funcionamiento del Congreso de los Diputados y votar en contra de cualquier Gobierno, también en el pleno de investidura. El objetivo, explican, es "denunciar en el ámbito internacional la falta de respeto del Estado hacia el derecho a la autodeterminación", así como la persecución política al movimiento independentista.