El nuevo presidente de la ANC no se sabrá este sábado. La entidad independentista ha decidido aplazar el pleno después de que ningún candidato a la presidencia haya conseguido los apoyos necesarios de dos tercios del secretariado nacional. Lluís Llach ha ganado hasta cinco votaciones pero no con los suficientes votos. Su rival, Josep Punga, se ha retirado después de la cuarta votación y de no conseguir llegar a un pacto con el cantautor. En la quinta votación, parecía que Llach había conseguido finalmente los votos que necesitaba, pero ha sido producto de una confusión a la hora de hacer el recuento. Después de un largo debate que ha empezado a las 9 de la mañana y se ha alargado hasta las 20h, con un receso para el almuerzo, la entidad independentista ha optado por aplazar el debate para escoger a su nuevo presidente sin poner fecha para el nuevo pleno.
Llach gana, pero no por votos suficientes
Durante toda la jornada de hoy, Lluís Llach ha ido ganando todas y cada una de las votaciones, pero sin llegar a los dos tercios necesarios para conseguir la presidencia de la Asamblea. Su principal rival ha sido el joven Josep Punga, que durante las elecciones al secretariado solamente logró 32 votos por los 3.260 de Llach, pero que en esta ocasión ha contado con el apoyo de Josep Costa, exvicepresidente de la Mesa del Parlament y segundo más votado hace una semana.
En el comunicado en el que la Asamblea ha anunciado que finalmente ha tenido que aplazarse el pleno, la entidad ha querido recordar que es "una entidad asamblearia que trabaja por la independencia siempre bajo un espíritu transversal y democrático". "Es por eso que la elección de los cargos orgánicos debe hacerse con el máximo consenso de los miembros del Secretariado Nacional", aclara el ANC, ante el hecho de que, pese a ganar las cinco votaciones, el popular cantautor no ha podido ser elegido presidente al no alcanzar los dos tercios imprescindibles.
Nueva etapa para la ANC
Ha sido un lleno no solo largo e infructuoso, sino que también tenso en determinados momentos. La ANC debía elegir un nuevo presidente para abrir una nueva etapa tras unos meses de tensión en el seno de la entidad por la apuesta de la anterior dirección para impulsar una lista cívica en las elecciones al Parlament de Catalunya. Los socios, con muy poca diferencia, votaron en contra en una consulta y después de estos resultados, Dolors Feliu que había liderado la Assemblea en los últimos dos años cogiendo el relevo de Elisenda Paluzie, decidió no presentar una nueva candidatura. Lluís Llach se había manifestado abiertamente en contra de esta opción y cuando anunció que se presentaba en el secretariado nacional dejó claro que lo hacía "con ganas de trabajar" y sacudir a la organización.