El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, no se ha limitado a subirse a la estrategia fiscal de la presidenta de Madrid, liquidando el impuesto de patrimonio en su comunidad. Moreno ha ido más allá. Ha orquestado una agresiva campaña para atraer a los empresarios de Catalunya, ha anunciado que abrirá una delegación en Barcelona con este objetivo y ha exhibido unos reflejos felinos tirando los trastos a un streamer de la popularidad de Ibai Llanos tan pronto como se le ha puesto a tiro. Pero, además, el político andaluz ha conseguido, sin proponérselo, hurgar en las diferencias entre los socios de Govern sobre este tema. El debate sobre fiscalidad y sobre la eliminación de los impuestos de patrimonio y sucesiones, es recorriente en la política catalana y este mes de julio Junts lo había vuelto a poner encima de la mesa cuando apostó en su congreso por rebajar la presión fiscal, eliminando el impuesto de patrimonio y reduciendo el tipo máximo del IRPF, entre otros.

La trifulca sobre este tema tendrá un recorrido largo en Catalunya. Más todavía en plena negociación sobre los presupuestos del próximo año. Como trasfondo se mantendrá la estrategia de los populares, que han dejado claro que piensan situar el impuesto de patrimonio como uno de sus caballos de batalla de cara a un 2023 marcado por las citas electorales. De hecho, a raíz de la maniobra andaluza, esta semana el secretario general del PP madrileño, Alfonso Serrano, provocó una intensa reacción a las redes sociales presentando el impuesto de patrimonio como una rareza en Europa.

Captura del tuit sobre el impuesto de Patrimonio en Europa

1% de los catalanes

Hasta ahora, esta tasa se pagaba en todos los territorios del Estado, excepto en Madrid. Según los datos de la conselleria de Economía correspondientes al 2020, en Catalunya este impuesto se aplica al 1% de la población, 82.465 declarantes. Grava los patrimonios superiores a 500.000 euros, teniendo en cuenta que queda exenta la vivienda hasta 300.000 euros, y que tampoco se aplica en las empresas familiares. Catalunya, con un tipo efectivo del 0,63%, no es el territorio que más tributa, según estos datos, sino que pasan por delante las Illes Balears (0,72%), Comunitat Valenciana (0,68%), Murcia (0,66%), Asturias (0,64%) y, hasta ahora, Andalucía (0,64%). No obstante, el hecho de contar con más población y más riqueza hace que Catalunya sea el territorio donde más se recauda bajo este concepto.

Por lo que respecta al futuro de este impuesto en Catalunya, las posiciones son totalmente divergentes entre los socios de Govern. De hecho, en política impositiva ERC y Junts limitan sus coincidencias a la apuesta por una fiscalidad "justa". El programa electoral de los republicanos habla de simplificar la estructura impositiva fusionando impuestos que se recaudan en diferentes administraciones. Pero esta formación, que no esconde la voluntad de marcar perfil ideológico ante sus socios de Govern, rehúye hablar de eliminar impuestos.

"Presión excesiva"

Por el contrario, el congreso que Junts celebró el pasado mes de julio concluyó que "la presión actual castiga excesivamente" la economía productiva de Catalunya y que, por lo tanto, "hay que rebajar este presión". En concreto Junts defiende en los documentos aprobados en su congreso "analizar la conveniencia de suprimir el impuesto sobre el patrimonio o, como mínimo, establecer un límite de exención que podría ser 1 millón de euros, y revertir las últimas modificaciones del impuesto de sucesiones y donaciones".

Sobre el IRPF, Junts propone rebajar los tipos máximos, del 50% actual en Catalunya al 45%; y rebajar los actuales tipos de impuesto de sociedades al 20% para aquellas empresas que destinen un mínimo del 50% de los beneficios a reservas, fijar un tipo mínimo del 20% y 15% respectivamente para pymes y para empresas innovadoras. En relación a los autónomos, reclaman una mejor regulación con un modelo fiscal más progresivo que garantice un ingreso mínimo vital suficiente, adaptado al nivel de precios de Catalunya.

Presupuestos

El proceso de negociación de los nuevos presupuestos tendría que ser el momento en que Junts intente impulsar sus propuestas fiscales ante los republicanos. No obstante, la elaboración de las cuentas coincide con la última -y sonora- crisis entre los socios a raíz de las exigencias de Junts que ERC cumpla los compromisos en relación al procés; además el Govern tiene la pretensión de negociar las cuentas con CUP, los comunes y PSC, y los tres partidos han dejado ya claro que no están dispuestos a oír hablar de eliminar el impuesto de patrimonio ni, en general, de rebajas fiscales.

Precisamente la negociación de los presupuestos y los grupos con quienes se buscará el acuerdo ha provocado este fin de semana un pique entre el president de ERC, Oriol Junqueras, y el conseller de Economía, Jaume Giró. Junqueras ha reprochado a Giró que no descarte pactar las cuentas con el PSC, mientras que el conseller ha replicado que lo importante no es pactar con unos u otros sino tener unos buenos presupuestos. "Tenemos unos recursos que nos permitirán hacer unos presupuestos expansivos, y eso es una buena noticia. Si además, conseguimos que sean unos presupuestos que cuenten con el aval de una mayoría amplia, estaremos haciendo, dadas las circunstancias, un ejercicio de responsabilidad política y, sobre todo, un favor en el país", ha argumentado Giró. El pulso para las nuevas cuentas, abierto en todos los frentes.