El malestar que genera Vox allí donde va, durante esta campaña, es amplio. Mayoritariamente obtiene indiferencia, como en Badalona esta mañana, o bien protestas de antifascistas. Y en esta opción encontramos un último ejemplo en Figueres. De entrada, el anuncio de un mitin de Santiago Abascal ha provocado las discrepancias de la ciudadanía e incluso de los comerciantes.
De buena mañana, un amplio dispositivo de los Mossos ha cortado calles y plazas para garantizar la seguridad de Vox a su llegada. Abascal se ha plantado a las 13h pero desde mucho antes, la calle Nou y la Rambla ya se encontraban cortadas. Eso ha impedido la circulación de peatones y la queja de muchos de ellos. Agentes de la Brimo han rodeado todo el perímetro.
Antifascistas denunciados
Posteriormente, antifascistas del grupo Arran Empordà se han desplazado hasta la plaza donde Abascal ofrecía su discurso. Ha sido entonces cuando miembros de Arran han denunciado el trato recibido por los Mossos: "Dos compañeras han sido retenidas por la policía en Figueres. Las han tirado al suelo y las quieren denunciar por sólo participar de la concentración".
Arran ha confirmado que, finalmente, han sido liberadas pero han explicado su testimonio: "Han sido amenazadas dentro del furgón policial al ser denunciadas por parte de los Mossos d'Esquadra, por manifestarse contra la extrema derecha". También en un vídeo que circula a twitter, lo han explicado en primera persona: "Nos han golpeado y tirado al suelo y nos han puesto una denuncia por desobediencia".
La manifestación de los antifascistas también ha contado con el apoyo de la CUP, la misma diputada en el Parlament, Natàlia Sànchez, lo ha explicado: "Han venido a Figueres y les hemos plantado cara, Empordà antifascista".
Malestar político
Recientemente, los dispositivos de seguridad de los mossos a cada mitin de Vox han generado un debate entre los mismos políticos. La candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs, ha lamentado algunas imágenes que se han podido ver el pasado fin de semana: "Me indigna ver comportamientos de algunos agentes de Mossos que son incompatibles con los de una policía democrática referente en la protección y promoción de derechos. Hay que ser intransigente y ejemplar hacia estos comportamientos. Este es mi compromiso: tolerancia cero con la violencia"!.
Por su parte, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, también avisar después de los disturbios en Vic de que "el rechazo, la discrepancia y la protesta no puede ser nunca el enfrentamiento". El jefe político de los Mossos también remarcó que Vox impidió el trabajo de los cuerpos de seguridad: "Hay partidos que dificultan la tarea policial y eso no puede ser". La ultraderecha no siguió las directrices policiales para garantizar la seguridad en el acto.