El activista Jordi Pesarrodona afronta este lunes el juicio en el juzgado de lo penal 2 de Manresa por haber dado apoyo al referéndum del 1 de octubre de 2017. En aquel momento, Pesarrodona era concejal de ERC en Sant Joan de Vilatorrada (Bages).
Pesarrodona está procesado por desobediencia grave y la fiscalía pide la pena máxima prevista al Código Penal por este delito, dos años de inhabilitación para cualquier cargo o puesto de trabajo público y una multa de 5.400 euros.
En octubre de 2018 el juzgado de Manresa cerró la investigación contra Pesarrodona y decidió enviarlo a juicio. La investigación contra él decía que "el acusado, en calidad de teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sant Joan de Vilatorrada, se encontraba dentro del Colegio CEIP Joncadella habiendo constituido las mesas electorales, y al lado de otras personas, cuando vieron que llegaban al lugar dotaciones de la Guardia Civil cerraron las puertas, y el acusado manifestó a estas fuerzas de seguridad que actuaban en función de la ley catalana y que no los dejarían entrar. Esta negativa y la referencia a la ley catalana son bastantes indicios del conocimiento por parte del investigado de la prohibición de la celebración de este referéndum".
Concentración de apoyo
El juicio ha empezado a las 10 h y a las puertas del juzgado de lo penal 2 de Manresa se han concentrado varias personas para darle apoyo. Entre los manifestantes había la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, el portavoz de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, y el diputado parlamentario del mismo grupo Francesc de Dalmases.
En las puertas del juzgado, Jordi Pesarrodona ha asegurado que su causa no tendría que haber llegado a juicio ya que él "no era ni alcalde". Según el activista, todo se trata de una "persecución" con la intención de "desactivar el procés". Ahora bien, el exconcejal tiene claro que esta represión sólo consigue "hacernos más fuertes".