El escándalo de espionaje ha llegado hasta el más alto nivel: Pedro Sánchez y la ministra Margarita Robles. Pero tanto la titular de Defensa como la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, tienen el "apoyo total" del presidente del Gobierno. Así lo ha trasladado la ministra-portavoz Isabel Rodríguez este martes, después de que el independentismo las haya situado en la diana como máximos responsables. Desde La Moncloa remarcan que ahora están en una "fase de aclarar los hechos" en órganos limitados como la comisión de secretos oficiales o la comparecencia del mismo Sánchez ante el pleno. Pero esquivan la depuración de responsabilidades. Ante la petición de la Generalitat de una reunión Sánchez-Aragonès, se abren a una conversación entre los dos presidentes.
Hoy el independentismo ha sido especialmente duro contra el Gobierno. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha aprovechado el veto a la comisión de investigación para enviar un aviso al gobierno de Pedro Sánchez: "No son conscientes de las consecuencias de este voto. Quien crea que esto se puede tapar y no se cargará la legislatura, no está evaluando la magnitud de lo que tenemos delante". De la misma manera, Míriam Nogueras, de Junts, ha cargado contra los socialistas: "Que el PSOE no quiera una comisión de investigación confirma que el PSOE no está interesado en conocer la verdad. Sólo podemos pensar que tiene algo que esconder".
Pero La Moncloa no se mueve de allí donde estaba. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Isabel Rodríguez ha sostenido que "el gobierno ha hecho todo lo que tenía que hacer y lo que se espera de un Estado democrático", compartiendo la información y poniéndola a disposición de los tribunales. Ha dejado claro que "el Estado y sus mecanismos funcionan", a pesar de la gran brecha de seguridad. Y ha insistido en que se trata de un ataque "externo" (porque sale de fuera de los organismos oficiales del Estado) e "ilícito" (porque se ha hecho sin autorización judicial). No ha querido especular sobre quien hay detrás, que son "futuribles" y ha admitido que que no saben si llegarán a averiguarlo.
Dicho esto, la portavoz del Gobierno ha esquivado la depuración de responsabilidades, reiterando en varias ocasiones que "estamos en la fase de aclarar los hechos", que es la más importante. Ha rebatido que estos ataques "han afectado otros Estados y gobiernos", y que por lo tanto nadie es inmune a pesar de los protocolos de seguridad que existan. Preguntada concretamente sobre si Robles y Paz Esteban mantienen la confianza del presidente Pedro Sánchez, la dirigente socialista ha dejado claro que tienen su "apoyo total". Y ha querido "poner en valor los más de 3.000 hombres y mujeres que trabajan en el CNI".
Con un escándalo que cada vez se va haciendo más grande, la Generalitat ha pedido una reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès para abordar la cuestión. Desde La Moncloa responden que el presidente del Gobierno "habla habitualmente con todos los presidentes autonómicos" y que "si tiene que producirse una conversación" entre los dos presidentes no habrá "ningún problema". La ministra-portavoz ha evitado la confrontación con el independentismo y ha rebatido que esto no tiene que marcar el futuro de la legislatura, que quieren hacer llegar hasta el final.
En cambio, la dirigente socialista no se ha ahorrado los reproches a Alberto Núñez Feijóo, después de que el líder del PP criticara cómo y cuándo se había hecho público el espionaje a Sánchez y Robles. La ministra Rodríguez se ha mostrado sorprendida: "Si en algún momento alguien tuvo expectativas de un cambio de actitud, probablemente se hayan visto frustradas". Y ha remachado: "Mientras algunos destruían ordenadores, nosotros lo ponemos a disposición de la justicia".
Mientras tanto, el Gobierno sigue revisando los móviles del resto de ministros del ejecutivo. Aseguran que también lo pondrán a disposición de las comunidades autónomas, administraciones locales y otras instituciones del Estado, como podría ser la Casa Real.
Veto a la comisión
Instantes antes, en el Congreso de los Diputados, se ha impuesto nuevamente la pinza del PSOE, el PP, Ciudadanos y la extrema derecha de Vox. Este martes, la Junta de Portavoces ha vetado una nueva comisión de investigación, en este caso la registrada por Unidas Podemos, los independentistas y los soberanistas para investigar el CatalanGate, el escándalo de espionaje masivo a políticos, dirigentes sociales, abogados y periodistas catalanes y vascos. Sólo se ha conseguido, por decisión mayoritaria de los portavoces, que el presidente Pedro Sánchez comparezca ante el pleno para dar explicaciones del caso Pegasus, a petición de los mismos grupos. La fecha todavía está por determinar. El Gobierno supedita el resto de explicacions a las comparecencias esta semana de la ministra Margarita Robles y de la directora del CNI, Paz Esteban, esta última a puerta cerrada.