La convención nacional del PP en Barcelona ha derivado en un aquelarre al Govern y, especialmente, al presidente Carles Puigdemont. ¿"Mientras todos los presidentes estaban reunidos, dónde estaba Puigdemont? Reunido con la CUP. Puigdemont sólo quiere aquello que es imposible. Cuando sólo quieres eso, uno se acaba convirtiendo en un fanático de aquello que está prohibido", ha dicho al coordinador general del PP, Xavier Garcia Albiol, durante su intervención.
Delante de más de un centenar de compromisarios de todo el Estado, Albiol ha insistido en la idea del desbarajuste del Govern. "Lo que pasa en el Parlament es una estafa a todos los catalanes; tenemos 72 diputados independentistas que han renunciado a solucionar los problemas de los catalanes", ha afirmado y todavía ha asegurado que siente "vergüenza" ante esta situación.
El popular también ha pronosticado el fracaso de las negociaciones de los presupuestos y de la operación referéndum: "Es un esperpento político y, si se confirman los presagios, en seis años habremos hecho cuatro elecciones autonómicas. Es evidente que cuando un país está constantemente en campaña, el país no puede funcionar. Si el tema no fuera tan serio, podríamos pensar que, todo, es una broma".
Choque de legitimidades
En la misma línea, la aún presidenta del PPC, Alícia Sànchez Camacho, ha cargado contra el Govern jugando con dos elementos: la Conferencia de Presidentes y la Conferencia del Govern en Bruselas.
Aparte de reprochar al Presidente que pone "permanentemente en conflicto a los catalanes", Camacho ha acusado a Puigdemont de no tener el valor suficiente de explicar en la cumbre de presidentes qué reclama para los catalanes y, en cambio, ir a Bruselas a hablar del proceso.
Tanto Camacho como Albiol han pronosticado la derrota del proyecto independentista. Una idea que ha cogido el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maillo, que, en clave catalana, ha reiterado que el Govern encontrará en el PP, "en la moderación, con la mano tendida" pero ha remarcado que, lo que no les pueden pedir, "es renunciar a la unidad de España y a la igualdad de todos los españoles; eso es sagrado".
Corrupción
Más allá del asunto catalán, Maillo ha insistido en que el PP saldrá reforzado del congreso que se celebrará en el mes de febrero y ha sacado pecho de las más de 4.000 enmiendas que han presentado a los compromisarios a las ponencias que tienen que marcar la hoja de ruta del partido para los próximos años.
Sin embargo, probablemente, la apreciación más significativa ha sido entorno el incómodo tema de la corrupción. Maillo ha asegurado que les ha hecho daño pero que han aprendido la lección: "Una de las cosas que mas mal nos ha hecho es la corrupción. Admitimos todas las críticas pero no lecciones de nadie. Lo que tenemos que evitar es tener gente que se aproveche de las siglas del partido para su provecho. A partir de ahora, no admitiremos que se manchen las siglas del PP", ha exclamado seguido de un ruidoso aplauso.
En la fila cero, seguían las intervenciones la plana mayor del PP de Catalunya, el delegado del gobierno español, Enric Millo, y la ministra Dolors Montserrat, entre otros.