La represión sigue atacando Catalunya. Esta ha sido la idea clave que ha reivindicado el independentismo y el soberanismo durante el acto de homenaje al expresident de la Generalitat Lluís Companys 81 años después de su fusilamiento y un día después de que el Tribunal de Cuentas haya rechazado los avales de los ex altos cargos del Govern. Las autoridades políticas de la Generalitat, Parlament y Ayuntamiento han hecho una ofrenda floral tanto en el Foso de Santa Eulàlia del Castell de Montjuïc como en el cementerio donde está la tumba del president republicano, y desde allí el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha condenado los ataques contra Catalunya.
"81 años después vemos cómo las instituciones siguen sufriendo los ataques de aquellos que quieren que nuestro pueblo no pueda aspirar al máximo de libertad y justicia social", ha exclamado Aragonès, que ha asegurado que con la muerte de Companys querían "matar las instituciones del país" pero que no pudieron, por lo que años después hace falta continuar: "El mejor homenaje que podemos hacer al president Companys es perseverar hasta conseguir la libertad y la justicia de la república catalana".
Ha considerado que la decisión del Tribunal de Cuentas es una muestra más de esta represión, una "causa que está guiada por la venganza y la voluntad de represión", y ha acusado al tribunal de actuar por criterios políticos ideológicos, que no jurídicos, por lo cual ha emplazado a combatirlo con "todos los recursos legales, con la máxima solidaridad colectiva y con la máxima ambición nacional."
Sobre el TC también ha hablado la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que ha apuntado que la persecución política que sufrió Companys por parte del Gobierno continúa bien viva: "Si con el asesinato de Companys España se adentraba en la negra noche del fascismo, con estos hechos España persevera en no querer ser un estado de derecho pleno".
Una decisión inhumana que busca "la muerte civil"
También han tomado la palabra los partidos políticos. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha cargado contra la decisión del TC tildándola de inhumana y antidemocrática, y ha dicho que él, como encausado, afrontará esta represión con el mismo coraje que afrontó la prisión. Jordi Sànchez (Junts) ha alertado de que el Estado continúa con sed de venganza "buscando la muerte civil de todo un conjunto de personas", por lo cual ha instado a continuar con "la cabeza bien alta".
El diputat cupaire Carles Riera ha señalado que la lucha es el único camino posible y que hay que persistir por todas las personas que siguen siendo víctimas de la represión del Estado. Y también ha intervenido el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, que ha dicho que la decisión del TC está "cargada de ilegitimidad" por ser un elemento caducado, por lo que ha recordado que impulsarán una renovación de este órgano. Desde el PDeCAT el diputado en el Congreso Genís Boadella ha pedido reparación para la figura de Companys y ha calificado de injusta la decisión del TC con los avales, mientras que Antoni Castellà (Demòcrates) ha exigido dejar el diálogo con el Gobierno central hasta que acaben las "hostilidades".
Finalmente Marcel Mauri (Òmnium Cultural) ha considerado que la decisión de los avales muestra cómo muchas instituciones del Estado continúan con una vinculación estrecha con el franquismo porque siguen represaliando y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha apuntado que el mejor acto de memoria para Companys es luchar por la república.