Antes de constatar que esta era su "última intervención" como presidente de la Generalitat en el acto de entrega de los Premios Pimec, Pere Aragonès hizo un nuevo llamamiento a un modelo de financiación singular para Catalunya para "acabar con el espolio fiscal". No le oía Pedro Sánchez, que tenía que asistir a los premios, pero a última hora ha excusado su participación en el acto.

Unos minutos antes, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, defendió un modelo de "financiación justo" para Catalunya con estos términos: "Nos hace falta un modelo de financiación tractor y no extractor; no podemos pasar de ser el tercer aportador al decimoquinto con el coste de vida ajustado".

Aragonès insistió en que "necesitan un sistema de financiación que ponga fin al espolio" porque una Catalunya que se acerca a los 8 millones de ciudadanos "necesita disponer del recursos que generamos".

Reiteró que la propuesta de financiación singular es para "atender las necesidades de nuestro país" y poner a una situación de espolio fiscal que cuantificó en 22.000 millones de euros anuales. Eso solo es posible, dijo, si disponemos de la "llave de la caja".

Según los datos del Govern, el déficit de la balanza fiscal de Catalunya con el sector público del Estado se situó el año 2020 en 20.772 millones de euros y, en 2021, en 21.982 millones de euros. Estos importes suponen un máximo histórico que equivale al 9,8% y 9,6%, respectivamente, del PIB catalán.

En el acto de entrega de los Premios Pimec y conmemorativo del 50.º aniversario de esta patronal, Aragonès reconoció el papel de las pymes en la construcción de Catalunya. Subrayó que "dejamos un país mucho mejor del que encontramos", en relación a la trayectoria de las pymes pero que a alguno de los asistentes lo relacionó con su gobierno. Aragonès se refirió al buen momento de la economía catalana: récord en exportaciones, en inversión extranjera y creación de puestos de trabajo. "La economía catalana dispone de cimientos sólidos", recalcó.

Ni Hereu ni Collboni hablan de financiación

Ni el ministro de Industria, Jordi Hereu, ni el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ambos socialistas, se refirieron a la financiación autonómica en sus intervenciones. Hereu definió estos 50 años de Pimec como "la historia de un gran éxito" y reconoció que siempre ha sido una organización "comprometida". Y sobre todo, reconoció la tarea de los pequeños y medios empresarios en la transformación del país. Como ministro de Industria, pidió la fuerza, capacidad de lucha e inteligencia de las pymes porque "juntas son mayores y son el motor de España".

En su turno de palabra, el alcalde Collboni destacó las seis "claves" que, a su parecer, han hecho posible el progreso en estos últimos 50 años: la primera, tener garantizada la estabilidad política e institucional; segunda, mantener el diálogo social tripartito; tercera, la importancia de los presupuestos públicos y de la capacidad de inversión de las administraciones para dinamizar la economía; cuarta, la promoción internacional al servicio de los trabajadores; quinta, la colaboración público-privada. y finalmente la sexta, "poner las cosas fáciles a la iniciativa económica".