La sesión de control de este miércoles al president de la Generalitat ha estado protagonizada por el conflicto Israel-Palestina y por el incremento de la inseguridad en el país. Preguntado por la guerra en Gaza, Pere Aragonès ha defendido que "no se puede poner en una balanza a los muertos de un lado o de otro" y ha expresado que hay que dar apoyo a "todas las víctimas", independientemente del bando que sean. Preguntado a instancias de la CUP para que condenara "el apartheid y el genocidio" de Israel en Palestina, el president ha apelado a "no hacer ninguna contribución a una polarización creciente que se está produciendo entre la sociedad catalana y europea" por este conflicto y ha recalcado que hay que estar al lado de la población civil, independientemente de su origen. Aragonès ha instado, de nuevo, a la liberación de los rehenes "sin condiciones" que tiene Hamás y que la respuesta de Israel "se adecue al marco internacional humanitario".

Durante la pregunta de la CUP, que ha formulado el diputado Carles Riera, el resto de parlamentarios del grupo han desplegado una bandera palestina y una estelada, además de unos carteles donde se podía leer 'No en mi nombre'. Los cupaires critican "el acoso y el asedio" en Gaza y consideran que "no se puede confundir opresor con oprimido". Riera ha verbalizado que "no se puede cooperar con estados como Israel, que vulneran los derechos humanos y los tratados internacionales". "La posición de la Unión Europea es irresponsable, no se puede dar apoyo a un genocidio, y también es un error la declaración institucional que promueven el PSC y Junts porque no se puede estar al lado de un gobierno corrupto y de extrema derecha como el de Israel", ha sentenciado. El parlamentario cupaire ha pedido un "alto el fuego" y sostiene que el conflicto no acabará "hasta que el pueblo palestino pueda ejercer su autodeterminación y los refugiados puedan volver a su territorio, el respeto a los tratados internacionales, el cumplimiento de resoluciones de la ONU y el fin de la ocupación y colonización de Israel".

La CUP despliega una estelada y una bandera de Palestina / Foto: Carlos Baglietto.

En su réplica, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, también se ha manifestado partidario de un "alto el fuego" y que se genere un "punto de inflexión" para una "resolución diplomática de acuerdo con la seguridad de todas las partes". "Es imprescindible la ayuda humanitaria a Gaza y parar las hostilidades por todas las partes", ha apuntado.

Junts reclama convocar la Junta de Seguridad y Aragonès se enciende contra el discurso de Vox

Por su parte, Junts per Catalunya ha puesto el foco en el incremento de la inseguridad en Catalunya y los incidentes vividos en las últimas semanas en varias ciudades del país. El presidente del grupo parlamentario juntaire, Albert Batet, ha alertado de que "las cosas no van bien" y que, además del incremento de la inseguridad y de disturbios, hay que añadir la alerta terrorista reforzada con el nivel 4. Batet ha reclamado a Aragonès que "lidere como máximo responsable de los Mossos, escuche y convoque a la Junta de Seguridad, y actúe". "El problema no es el número de efectivos, hay más agentes que nunca, pero también hay más inseguridad que nunca", le ha lanzado.

Durante la respuesta, el president de la Generalitat ha señalado que la Junta de Seguridad se convocará "cuando estime el Departament d'Interior y los cuerpos de seguridad". "Liderar las políticas de seguridad no quiere decir hacer proclamas, quiere decir poner más recursos personales y materiales", ha replicado. Aragonès ha reivindicado que los Mossos también se están centrando en la lucha contra el narcotráfico y el cultivo de marihuana, y ha pedido a Junts no mezclar la seguridad "con luchas o peleas a corto plazo".

También Vox ha hablado de inseguridad, pero centrándolo en el "riesgo de islamización creciente". Ignacio Garriga ha acusado al president Aragonès de ser el "responsable" del hecho de que Catalunya "viva entre potenciales terroristas". "Se incrementan los delitos y siguen sin hacernos caso, ponen en riesgo la vida de los catalanes, la situación es de extrema gravedad y eso sigue así por las políticas de fronteras abiertas que aplican", ha afirmado el diputado de la extrema derecha. Esta intervención ha enfurecido a Aragonès, que lo ha calificado de "irresponsable" y ha aseverado que "equiparar el origen de los vecinos y vecinas nuestras a una determinada predisposición a participar en atentados terroristas favorece la ruptura de la cohesión social del país".

Por parte de los comunes, Jéssica Albiach ha indicado que "la inmensa mayoría de catalanes y catalanas piensan que el Govern no tiene un rumbo claro" y ha hecho referencia a dos temas donde, desde su punto de vista, así se evidencia: la ampliación del aeropuerto y la regulación de los móviles en los centros educativos: "No acaban de tomar decisiones, van dejando pasar el tiempo y esperan que los otros decidan por ustedes". A su vez, Aragonès ve incompatible criticar que se diga que el Govern "va solo y no consensúa" y, al mismo tiempo, "que no toma decisiones". Con el aeropuerto, ha explicado que se constituirá una comisión mixta Generalitat-Estado para hablar esta cuestión; y sobre los móviles, ha instado a trabajarlo con el conjunto de la comunidad educativa.

Finalmente, sobre los whatsapps aportados por Argimon que demostrarían que la exconsellera Alba Vergés pidió detener la vacunación a policías y guardias civiles, Pere Aragonès ha querido subrayar que la actual vicepresidenta primera del Parlament no está siendo investigada y que ahora existe la petición de la Fiscalía para que el TSJC lo haga: "La justicia tiene unos procedimientos y se tiene que dar garantías a todas las partes". En todo caso, el president ha defendido que "los criterios de vacunación se hicieron por criterios estrictamente sanitarios y por la protección de los más vulnerables".