Más de cuatro meses después de anunciar que abandonaba la primera línea política, Pere Aragonès ha roto su silencio. Lo hace en medio de la guerra interna en ERC, el partido del que sigue siendo coordinador nacional hasta el congreso de noviembre. Después de que Oriol Junqueras denunciara que mientras él estaba en la cárcel se había creado una estructura paralela para tomar decisiones, en una entrevista en RAC1, Aragonès lo ha negado en rotundo: "No había órganos paralelos para tomar decisiones fuera de la dirección", ha manifestado. Yendo más allá, ha apuntado que durante los años en los que Junqueras estuvo en la cárcel antes del indulto, él fue "decenas de veces" a verlo y que las decisiones que se tomaban eran siempre compartidas.

"La orientación de los acuerdos se hablaba y se creó una estructura ad hoc para apoyar a los represaliados", ha añadido, asegurando que durante el tiempo en que él ha sido president de la Generalitat y Junqueras del partido, las decisiones más importantes (ha puesto el ejemplo de las negociaciones de los presupuestos o de las principales leyes) se han ido acordando, y que Junqueras (y Rovira) tenían la última palabra a la hora de, por ejemplo, elaborar las listas para las elecciones municipales.

Alineado con las tesis de Rovira

En junio, Aragonès firmó el polémico manifiesto en el que se pedía la renovación del partido, que se entendió como un mensaje a Junqueras. Antes, justo la noche del 12-M en la que ERC perdió 13 diputados en el Parlament, el expresident de la Generalitat pidió asumir responsabilidades, tanto individuales como colectivas. Este lunes ha asegurado que él no dirá a "un compañero qué es lo que tiene que hacer", en referencia a Junqueras, que se presentará al congreso para recuperar la presidencia, pero ha defendido que "en un ciclo nuevo", como el que se ha abierto ahora, "si hay caras nuevas al frente todo es más fácil", ha insistido, en línia con las tesis de la secretaria general: "Los equipos deben renovarse, todos hablan de renovación. Esta idea es asumida por todo el mundo y yo la he puesta en práctica". 

El caso de los carteles y el muñeco de Junqueras

Mientras que Junqueras defiende que él se enteró de que los carteles contra los hermanos Margall salían de ERC cuando se lo explicó el propio Ernest, ha asegurado que no tiene constancia de que el muñeco que apareció en Sant Vicenç dels Horts durante la campaña de las europeas saliera de dentro del propio partido: "Sé que algunos medios lo han explicado, pero yo no tengo constancia de ello. Quien la tenga que se dirija a los órganos del partido. Estaría bien saber quién hizo esta actuación tan repugnante".

El papel de los Mossos el 8 de agosto


Preguntado por el regreso de Carles Puigdemont el 8 de agosto, Aragonès ha lamentado no entender cuál era la intención política de venir para participar en un acto para luego marcharse de nuevo al exilio, defendiendo la actuación de los Mossos en aquella jornada, que sigue en duda: "Tenían que detenerlo por un mandato judicial que debían cumplir. Les tocaba hacerlo y quisieron preservar la institucionalidad. No tenían margen y eso jugó en su contra".