El carrillón del Palau de la Generalitat ponía la banda sonora de la comparecencia solemne del Govern de la Generalitat para denunciar las decisiones tomadas este jueves por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. "Hoy es un día muy triste para todos los ciudadanos con fuertes convicciones democráticas", ha sentenciado el vicepresident Pere Aragonès.
Un cóctel de malas noticias ha estallado esta mañana en Palau. Para desayunar, la inhabilitación del conseller de Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia por su colaboración con el 1-O cuando era alcalde de Argamunt. Y para comer, el comunicado que confirma que, de momento, el aplazamiento electoral que defiende el Govern queda suspendido. Todo, aliñado con la encuesta del CIS que prevé que el PSC gane las elecciones en Catalunya. El artífice de las dos primeras noticias, el mismo, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.
En el Govern no creen que sea casual que las dos cosas hayan pasado el mismo día. El vicepresident Aragonès ha lamentado que la voluntad del TSJC de mantener las elecciones para el 14-F es una "irresponsabilidad que hace que muchos catalanes obligados a escoger entre derecho al voto y derecho a la salud". De hecho, si su ejecutivo convino con el resto de formaciones políticas que había que dejar la cita con las urnas para la primavera fue, precisamente, para preservar ambos derechos. Desde el Govern defienden que en el actual contexto, cuando Catalunya se encuentra en el pico de la pandemia, es muy difícil evitar una abstención elevada y forzada por el miedo a contagiarse.
Aragonès ha criticado que su ejecutivo ha conocido la decisión del TSJC a través de los medios de comunicación. Por lo tanto, está a la espera de recibir la notificación formal.
Solé lo volvería a hacer
El encargado de abrir la comparecencia ha sido el conseller Solé, que ha querido agradecer las muestras de apoyo recibidas por parte del independentismo después de conocerse su inhabilitación. Haciendo suyas las palabras que pronunció Cuixart durante el juicio al procés, ha asegurado que "volvería a estar al lado del pueblo porque no se puede desobedecer la voluntad de la ciudadanía".
Solé, primer alcalde condenado por el 1-O ha manifestado que se trata de una "sentencia a centenares de alcaldes y alcaldesas y a los más de dos millones de personas" que votaron el 1-O. Al mismo tiempo, ha confirmado que se mantendrá en el cargo. Su inhabilitación de un año impuesta por el TSJC todavía no es firme porque se puede recurrir en el Tribunal Supremo, que es quien tendrá la última palabra.
Cada uno con su acento
La declaración institucional que ha convocado el Govern, sin preguntas de los periodistas, ha contado con la intervención del conseller Solé, la consellera-portavoz Mertixell Budó y el vicepresident. Dos de ERC y una de JxCat.
Cada uno ha puesto el acento particular de los partidos a los que representan, especialmente al referirse a la condena contra el titular de Exteriores.
Así, por ejemplo, Budó -de JxCat- ha aprovechado para recordar al president Torra, que también fue inhabilitado por el TSJC por la pancarta a favor de la libertad de presos y exiliados. Con estas sentencias, "no desfallecemos, nos fortalecemos", ha concluido.
A su turno, los representantes de ERC en el Govern han apostado para insistir en la necesidad de que el Gobierno se avenga a una amnistía y a hacer un referéndum de autodeterminación.