La politóloga unionista Astrid Barrio formará parte del consejo académico que participará en el acuerdo de claridad propuesto por el gobierno de Pere Aragonès. Según ha adelantado El País, Barrio, profesora de la Universidad de Valencia, participará en el comité de expertos del acuerdo de claridad, que será liderado por el doctor en Teoría Política y profesor de la Universidad Pompeu Fabra Marc Sanjaume. El fichaje de esta politóloga, sin embargo, ha generado polémica, ya que siempre ha mantenido una postura muy alejada del independentismo e, incluso, ha cuestionado con dureza el referéndum del 1-O y la condición de los presos políticos.
Barrio dio el salto a la política en el 2019, cuando fundó y presidió la Liga Democrática, una formación que recogió exmilitantes de otros partidos procedentes de diferentes sectores, como Convergència, PP y Unió Democràtica. Sin ir más lejos, Barrio la creó de la mano de Josep Ramon Bosch, presidente de la plataforma españolista Sociedad Civil Catalana. En el 2022, la politóloga de la Universidad de Valencia también formó parte de la ejecutiva de Centrem, un partido fundado por la exconsellera y miembro del PDeCAT Àngels Chacón. Y ahora, un año más tarde, formará parte del consejo académico que tendrá que diseñar la hoja de ruta a seguir en el acuerdo de claridad, impulsado por el ejecutivo catalán.
Barrio, en contra del 1-O: "Ni legal, ni pacífico"
La participación de esta politóloga durante el proceso del acuerdo de claridad, anunciado esta semana por el president Aragonès, ha indignado a un sector de la sociedad, que ha recordado algunas de las declaraciones que hizo Barrio donde negaba la legitimidad del referéndum del 1-O, así como la de los presos políticos. "No por más repetirlo será verdad: ni hay presos políticos ni hay exiliados ni están en prisión o fuera de España por haber defendido unas ideas legítimas, sino tristemente por haber violentado las normas comunes de obligado cumplimiento para todo el mundo. Un principio democrático básico", escribió en el 2019 en un tuit. Incluso, Barrio ha criticado al president de la Generalitat por la forma de acentuar su apellido.
No por|para más repetirlo será verdad: ni hay presos políticos ni hay exiliados ni están a la prisión o fuera de España por haber defendido unas ideas legítimas sino tristemente por haber violentado las normas comunes de obligado cumplimiento|cumplido para todo el mundo. Un principio democrático básico. https://t.co/0RnTRrrtb7
— Astrid Barrio (@AstridBarrio) September 25, 2019
Pels accents que catalanitzen els cognoms els coneixereu. https://t.co/OD9gQHnqjU
— Astrid Barrio (@AstridBarrio) December 15, 2020
Pocos meses antes de que se celebrara el referéndum, Barrio también apuntó que no era una votación pacífica o legal. "Ninguna de estas condiciones se pueden dar", anticipó en una tertulia de TV3. En esta línea, la politóloga defendió que era un referéndum "impuesto a un 52% de la ciudadanía" y que "no respeta las mayorías, ni la legalidad". Según Barrio, el Govern tampoco respetó "los principios básicos del constitucionalismo" y eso supuso "un riesgo para la democracia y para el estado de derecho".
Astrid Barrio. El referéndum "no es pacífico" porque "es impuesto". "Es un hecho violento". "Un riesgo por|para la democracia y el estado de derecho". pic.twitter.com/D4MaMq8kYV
— Kasper Juul (@KasperJuuI) January 10, 2017
Barrio, sobre el acuerdo de claridad
La politóloga habló públicamente del acuerdo de claridad en un artículo a El Periódico, publicado este mismo viernes, donde lo definía como "una oportunidad para afrontar un debate que hasta ahora no se ha producido en Catalunya". Unas palabras que firmó cuando todavía no se conocía su designación como miembro del consejo académico que tiene que diseñar la hoja de ruta para conseguir un referéndum pactado con el Gobierno. Asimismo, también defendió que "si las preguntas que tiene que formular el gobierno a los expertos son lo suficientemente generosas" sería posible encontrar "los mejores instrumentos para resolver conflictos políticos" y, en esta línea, destacó que se haría "sin quedar atrapados en el referéndum, proponer alternativas o instrumentos, tanto a la sociedad como al conjunto de fuerzas políticas, que enriquezcan el debate y permitan, quizás, abrir sendas hasta ahora inexploradas".