La falta de resultados en el proceso de diálogo con el Estado y la polémica en torno a los Juegos de Invierno del 2030 en Catalunya se han convertido en las dos grandes cuestiones ante las cuales el president, Pere Aragonès, ha tenido que dar explicaciones durante la sesión de control al Govern. En respuesta a los socios de Junts, Aragonès ha reclamado el máximo apoyo para obligar al Estado a negociar y ha instado a "rearmar al independentismo para apostar claramente por el ejercicio del derecho a la autodeterminación y la amnistía". Por lo que respecta a los Juegos, que han centrado los reproches de la CUP, de los comunes y de Ciudadanos, ha asegurado que no se celebrarán si el territorio no quiere.
El president, que hasta ayer por la noche no pudo confirmar su asistencia al Parlament después de que el martes un positivo por covid en su entorno familiar le obligó a confinarse hasta descartar la infección, ha insistido en que este año se tiene que empezar a desbloquear la resolución del conflicto entre Catalunya y el Estado", por lo cual ha reclamado "máxima unidad" del independentismo para obligar al Estado a implicarse de forma más clara y comprometida en la negociación. "La alternativa del gobierno del Estado es no hacer nada. Eso es una mala solución", ha admitido.
Hacer un pulso de nuevo
Previamente, el presidente del grupo de Junts en el Parlament, Albert Batet, había reprochado que después de dos años, la mesa de diálogo solo se ha reunido dos veces y el partido socialista no solo no ha planteado ninguna propuesta, sino que ha descartado hablar de amnistía y autodeterminación. "De hecho, deja claro que resolver el conflicto en Catalunya no forma parte de sus prioridades", ha resumido, además de denunciar que, por el contrario, "el Estado no frena los ataques a Catalunya".
En respuesta al presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové, que también ha interrogado a Aragonès sobre las negociaciones con el Estado, el president se ha referido a la "necesidad de hacer un pulso de nuevo en el proceso de negociación con el Estado e intensificar las acciones para que el gobierno del Estado se implique mucho más intensamente en la resolución del conflicto político". Ha insistido en la necesidad de hacer este nuevo pulso desde la unidad del independentismo y con la capacidad de movilización y la transversalidad.
La propuesta: el 14 de febrero
El Govern no esconde la voluntad de recuperar el empuje que el 14 de febrero otorgó al independentismo con la mayoría del 52% que consiguió en las urnas. Con este objetivo, Aragonès ha convocado una conferencia y ha programado una ronda de encuentros con partidos y entidades.
Siguiendo este hilo argumental, esta mañana el president ha emplazado a las fuerzas independentistas en el Parlament a recuperar la unidad de acción en el ámbito parlamentario. "Es imprescindible que pongamos las cosas en su sitio. El 14 de febrero haré pública cuál es mi propuesta", ha asegurado.
Juegos de Invierno
Los Juegos de Invierno del 2030 ha sido el tema que mayoritariamente ha preocupado el resto de grupos. Desde Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha reprochado que la Generalitat se niegue a asumir el proyecto en plano de igualdad con Aragón y ha interrogado Aragonès sobre si se reunirá el viernes con el presidente Francisco Javier Lambán —"¿Señor Aragonès, se reunirá con el presidente Aragonès"?, ha interrogado irónicamente Carrizosa. En un tono muy diferente, tanto los comunes como la CUP han reprochado al jefe del ejecutivo catalán la apuesta del Govern por este proyecto, con el cual la cupaire Dolors Sabater le ha acusado de querer contentar al Estado.
"Lo cierto es que si el territorio no quiere, no habrá Juegos", ha asegurado Aragonès en sus respuestas, en que ha explicado que "las pruebas se realizarán en los mejores lugares posibles". Asimismo, ha negado que este sea el único proyecto que el Govern tiene para el Pirineo, como le han pronosticado Albiach, que le ha advertido que "el gobierno Aragonès tiene el riesgo de ser recordado como el gobierno de los macroproyectos fracasados".
Desde los escaños del PSC, el líder de la oposición, Salvador Illa, ha centrado su intervención en reclamar al president la celebración de una reunión para abordar la situación de la legislatura después de un año de las elecciones, pero también ha opinado sobre la convocatoria del 2030 y ha recordado a Aragonès que los Juegos no son proyectos de territorios ni de países sino de ciudades.