A pesar de que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, todavía no ha convocado el pleno de investidura del viernes, el vicepresident del Govern, Pere Aragonès, ya ha hecho una primera despedida preventiva del ejecutivo que ha tenido que encabezar los últimos meses a raíz de la inhabilitación de Quim Torra. Ha sido una referencia "por si acaso", según ha explicado la consellera de Presidència, Meritxell Budó, que ha insistido que las negociaciones están en manos de los partidos.

La despedida se ha hecho al acabar la reunión del Consell Executiu de este martes, Aragonès ha expresado unas reflexiones sobre lo que ha representado esta legislatura, sobre las dificultades que han tenido que afrontar, entre las cuales se ha referido a "la represión" y "una pandemia agresiva", por lo cual ha se manifestado un "agradecimiento común entre todos los miembros del Govern por haber estado a las duras y a las maduras en la gestión de esta pandemia".

La portavoz del Govern ha subrayado que era una despedida por si acaso era el último Consell Executiu y sin obviar la posibilidad de que finalmente no haya investidura y este gobierno tenga que continuar. Ningún otro miembro del Govern ha hecho más consideraciones al respecto. Budó ha situado la referencia "como anécdota" y ha asegurado que los miembros del gobierno se han conjurado a "estar hasta el momento en que deban estar".

Amnistía: "El PSOE no falla"

En relación a la decisión de la Mesa del Congreso este martes de rechazar la tramitación de la ley de amnistía presentada por ERC, Junts, PDeCAT y la CUP, Budó ha reprochado la alianza del PSOE con PP y Vox para tumbar la iniciativa incluso antes de que se pudiera debatir.

"El partido socialista no falla nunca. Sabíamos que esta vez tampoco fallaría a la hora de alinearse con PP y Vox. No sólo se oponen a la tramitación de la ley, sino que ni tan sólo quieren hablar de ello", ha lamentado la consellera, que ha denunciado que "sólo se puede hablar de aquello que al gobierno del estado español le interesa que se hable". "Han dicho que en el Congreso de los Diputados no se puede ni siquiera hablar de la ley de amnistía", ha remachado.

Ninguna voluntad de afrontar el conflicto

Budó ha subrayado que si la resolución del conflicto pasa por la amnistía y por el ejercicio del derecho a la autodeterminación, la decisión del PSOE deja claro que "el partido socialista no tiene ninguna voluntad de afrontar desde la política lo que es un conflicto político".

La consellera no esconde que "es una mala señal" que el PSOE haya vetado incluso el debate, y ha advertido que sería necesario "un cambio radical de actitud".

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El vicepresident, Pere Aragonès, y la consellera de Presidència, Meritxell Budó, durante la reunión de hoy / Jordi Bedmar

Covid: "No se puede descartar ningún escenario"

La consellera ha evitado avanzar las medidas que acordará el Govern de cara a Semana Santa para hacer frente a la Covid y ha insistido en que hasta el viernes no se acabará de decidir, dado que se ha detectado que el estancamiento en la reducción de los datos se está convirtiendo en un crecimiento de los indicadores, como la incidencia acumulada a siete días o la positividad de los test de antígenos, mientras que el factor de reproducción ya supera el 1.

Por todo ello, ha admitido que con mucha probabilidad habrá que mantener las restricciones, aunque no se ha hablado de momento sobre nuevas medidas. "Más que miedo a una cuarta ola, tenemos que estar expectantes a la posibilidad de esta cuarta ola. Tenemos que ser muy cuidadosos para evitar encontrarnos en estos escenarios", ha advertido.

Budó ha subrayado los nuevos confinamientos que se están imponiendo en Europa, por lo cual ha admitido que "no se puede descartar ningún escenario".

La consellera ha insistido en este punto que las vacunas tienen que llegar de manera masiva a todos los territorios.

Por otra parte, el Goven ha cerrado el acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para trasladar los centros penitenciarios de Wad Ras y Trinitat Vella, que se había paralizado a raíz de la aparición de residuos en el suelo donde se tienen que construir las nuevas prisiones.

 

En la imagen principal, un momento de la reunión del Consejo Ejecutivo de este martes / Jordi Bedmar