Los socios de Govern han exhibido una vez más ante el pleno del Parlament las diferencias en relación a la mesa de diálogo, que la próxima semana celebrará su segunda reunión. El president, Pere Aragonès, ha emplazado a Junts a sumarse a la negociación con el Estado a través de este espacio de diálogo. "Les vuelvo a extender la mano. Los pido que nos ayuden a formar parte de la solución", ha emplazado al president. Previamente, el responsable del grupo de Junts, Albert Batet, ha reiterado el escepticismo de su partido sobre estas negociaciones y ha reclamado una reflexión para "ser capaces de articular una estrategia ganadora que implique a todo el mundo".
La mesa de diálogo, que se reunió por primera vez el pasado mes de septiembre, tiene previsto celebrar la próxima semana el segundo encuentro, después de que así lo anunciaron los dos gobiernos al acabar la reunión que celebraron en Madrid los presidentes Pere Aragonès y Pedro Sánchez. Ante el pleno del Parlament, Aragonès ha insistido que estará allí donde haya una "mínima posibilidad" de diálogo para una salida negociada, que así se comprometió al presentarse a las elecciones y que así se fijó en su investidura y en el plan de gobierno.
Ha admitido que las condiciones no son las que querrían, pero ha emplazado Junts a encontrar "un camino juntos" para una negociación con el Estado; ha reconocido que siempre será una negociación "asimètrica" pero ha instado de nuevo a Junts a participar en el encuentro de la próxima semana que, según ha asegurado, tiene que servir para llegar a acuerdos concretos.
"Hay que hablar claro: no será fácil"
Batet ha denunciado que PSOE y PP han aprobado conjuntamente reformar las euroórdenes y ha recordado la decisión de repetir el juicio contra los síndicos del 1-O. "Esta es la desjudicialización", ha reprochado, para denunciar a continuación que la negociación con el Estado es predicar en el desierto. El responsable del grupo de Junts ha reclamado que el próximo debate de política general sea un "punto de inflexión" en este tema y ha reclamado buscar una "estrategia ganadora que implique todo el mundo".
Posteriormente, en respuesta al republicano Josep Maria Jové, Aragonès ha explicado que la primera fase de la negociación con el Estado tiene que servir para revertir "la arquitectura represiva", ha admitido que probablemente será una fase más larga de lo que querrían, y que cuando esté lo bastante avanzada se podrá entrar en "la raíz del problema", como es la respuesta a la reclamación de autodeterminación. La ciudadanía necesita que le hablemos claro. Nos será fácil. Habrá muchas dificultades", ha remachado el president, además de asegurar que harán frente a esta negociación "con toda la ambición y todo la exigencia".
Impuesto de sucesiones
En respuesta al portavoz de los comunes, Jéssica Albiach, Aragonès ha rechazado la propuesta aprobada por Junts en el congreso del pasado fin de semana a favor de suprimir el impuesto de sucesiones y estudiar la eliminación del impuesto de patrimonio. Aragonès ha insistido en que el plan de gobierno "es muy claro", y la previsión es consolidar el actual modelo, que incluye los dos impuestos y por lo tanto, no se prevé ninguna supresión, especialmente teniendo en cuenta que en momentos de crisis hay que preservar los impuestos distributivos como son estos. Igualmente, también ha dejado claro que no es momento de aumentar impuestos.
La portavoz de los comunes había advertido que Catalunya necesita unos nuevos "presupuestos expansivos" y a la altura de la situación en que se encuentra el país. Albiach ha mostrado la disposición a negociar las cuentas del gobierno, pero con la condición que sean expansivos y que se negocie con su grupo desde el comienzo y no en el último momento, como pasó el año pasado, cuando el ejecutivo intentó pactar los presupuestos con la CUP. La portavoz de los comunes ha añadido una nueva condición, después de escuchar las conclusiones del congreso de Junts. "Ya le digo que no entraremos a hablar de unos presupuestos que eliminen los dos impuestos más distributivo", ha remachado.