Un día después de la mesa de diálogo, el vicepresidente Pere Aragonès ha querido celebrar el inicio de una "nueva etapa" y ha considerado que esta negociación puede suponer un "punto de inflexión" para el procés. Así lo ha asegurado en un desayuno exclusivo para los socios de El Nacional celebrado esta mañana en el Hotel Catalonia Diagonal Centro, donde también ha señalado como imprescindible que el independentismo amplíe las mayorías y supere el 50% de los votos en las próximas elecciones catalanas.
Para Aragonès, este punto es imprescindible para poder tener más "fuerza" en la mesa de negociación y rebatir el argumento que utiliza el Estado cuando dice que el independentismo divide y que no tiene fuerza suficiente. En este sentido, ha reclamado que el resultado del independentismo sea "mejor" y que se refuerce "en todo el territorio". "No queremos un país a trocitos. No queremos una república donde haya gente que la siente impuesta", ha añadido, reclamando mayorías "amplias", "sostenidas en el tiempo" y más fuertes en el área metropolitana y en las grandes ciudades del país donde los porcentajes actuales de partidarios a la independencia son bajos.
En este punto, el líder republicano también ha querido recordar que el PP intentaba acabar con el procés a través de la "judicialización" y de la "fuerza coercitiva", pero que actualmente el PSOE ha cambiado el prisma hacia la "política". Un aspecto que ha celebrado, pero que también ha reconocido que tiene un "peligro": "El Estado nos quiere ganar en las urnas". Por eso, ha subrayado la necesidad de que el independentismo deje de mirar "al del lado" para hacer una "estrategia amplia" que ayude a consolidar las mayorías en nuevas elecciones.
"Quien abre camino recibe bofetadas, pero lo hemos querido asumir"
Por otra parte, el vicepresidente ha hecho un llamamiento a continuar con la movilización para seguir garantizando la fuerza del independentismo en la mesa. "No vaciaremos las calles para llenar las urnas", ha afirmado en este sentido, después de reconocer que la reunión de ayer no hubiera sido posible "sin la movilización de la gente". Así, ha recordado el movimiento Sit and Talk que surgió durante las protestas de la sentencia y ha afirmado: "Si el independentismo va al aeropuerto, en la frontera, en las calles y vota y nos dice hacedlo posible, tenemos que aprovecharlo".
En este punto, el líder extramuros de ERC también ha querido sacar pecho del trabajo de los republicanos como "rompehielos" con el Estado para conseguir formar la mesa de diálogo, después del pacto con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. "Quien abre camino recibe bofetadas, pero lo hemos querido asumir y si lo podemos compartir mucho mejor", ha afirmado, después de defender que no se podía desperdiciar de ninguna de las maneras" la oportunidad de formar un gobierno socialista y acabar con la etapa de los populares. "El independentismo no tiene que renunciar a tener capacidad de influencia en ningún sitio", ha añadido.
Pese a ello, menos de 24 horas después de la reunión con el Gobierno, Aragonès ha asegurado que el diálogo puede abrir una "etapa que aporte la independencia de Catalunya", pero ha recordado que todavía "hay mucho trabajo por delante" y que "no hay nada ganado". "El de ayer fue un paso importante, pero tenemos mucho trabajo por hacer", ha añadido. En este sentido, ha afirmado que no piensan "renunciar" ni "defallecer" sabiendo "el apoyo y la responsabilidad histórica" que hay detrás ni dejar "la bandera del diálogo" al Estado.
Las tres claves de Aragonès para la independencia
Más allá de la mesa de diálogo, Aragonès ha querido hacer una diagnosis del estado del procés independentista para los socios de El Nacional.cat y señalar los puntos que considera clav para poder conseguir el objetivo. En este sentido, además de ampliar las mayorías, ha apostado por un fortalecimiento de la red con la sociedad civil y económica del país y ha recordado que la dimensión internacional es un "requisito fundamental" para seguir adelante.
Así, ha lamentado que algunas instituciones del país se pusieran de "perfil" o incluso "aplaudieran" durante octubre de 2017, por lo que ha apostado por fortalecer esta red y construir una "malla impenetrable" ante los embates del Estado. Por otra parte, ha reprochado al independentismo haber "pecado de autorreferencia" en algunos momentos con respecto a la agenda internacional.
"¿El mundo nos mira? No. Seamos claros. El mundo no nos mira, pero ve", ha continuado, recordando que ha estado la represión la que "ha situado la carpeta" catalana en "algunas mesas y cancillerías". Por este motivo, ha defendido que hay que seguir trabajando para ampliar la dimensión internacional del procés y también para aprovechar que los principales diarios internacionales se están fijando en el inicio de las negociaciones para forzar al presidente Pedro Sánchez a moverse.
Finalmente, el vicepresidente ha aprovechado el desayuno para hacer un llamamiento a todo el independentismo a "recuperar el proyecto en positivo" y a "reorganizar sus filas" para dejar de centrar la acción política en "ver cómo lo está haciendo el de al lado" e ir a convencer "el de delante".