El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha sido duro con Junts per Catalunya y los comuns al día siguiente de anunciar un adelanto electoral para el próximo 12 de mayo. El presidente y candidato de ERC a estos comicios ha responsabilizado a Junts y comunes del fracaso del presupuesto y la consiguiente convocatoria electoral pero no ha cerrado la puerta a un entendimiento con los de Carles Puigdemont. En una entrevista en RAC1, Aragonès ha sido preguntado por si querría reeditar un gobierno de coalición independentista con Junts y la respuesta ha sido clara: "Ojalá fuera posible". De la misma manera, ha indicado que la pelota está en el tejado de Junts y ha añadido: "Pero esta pregunta no la tengo que responder yo porque fueron ellos los que salieron del Govern". Sobre la voluntad de Junts per Catalunya de situar a Puigdemont como candidato, ha señalado que le "gustaría" que el presidente en el exilio "pueda volver a Catalunya en libertad", aunque le resulta "indiferente" el nombre del próximo jefe de lista de Junts.
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Aragonès también ha sido contundente al ser preguntado por un posible tripartito de izquierdas con el PSC y los comunes insistiendo en que con los socialistas tienen proyectos de país muy incompatibles. "Yo defiendo una consulta para votar la independencia y ellos la rechazan, yo defiendo que Catalunya recaude todos los impuestos desde aquí y ellos dicen que eso son privilegios", ha puesto como ejemplo Aragonès insistiendo en que su prioridad es un "acuerdo que permita avanzar social y nacionalmente".
Reproches hacia Junts
Aragonès ha preguntado a Junts si estarían dispuestos a darle apoyo como presidente y les ha dicho que él siempre "alarga la mano a todo el mundo que quiera avanzar hacia la libertad de Catalunya". Lo ha mencionado, pero antes ha recordado que Junts se marchó del Govern porque "quería que dijéramos que no a todo con el Estado y ahora ellos negocian" (en referencia a la ley de amnistía).
Aragonès habló con Yolanda Díaz
La líder de los comunes, Jéssica Albiach, ya avisó el domingo de que Aragonès tenía "tres días" para rechazar el Hard Rock y evitar que Catalunya fuera "Las Vegas del Mediterráneo", fue en este momento que Aragonès constató que En Comú Podem no aprobaría las cuentas. El miércoles a primera hora el Govern los hizo una propuesta de última hora pero los de Albiach la rechazaron, por lo tanto, los presupuestos ya no tenían ninguna opción, hecho que llevó al presidente de la Generalitat a convocar elecciones. Este jueves, en RAC1, Aragonès ha afirmado que el martes habló por teléfono con la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, para abordar un posible apoyo de los comuns a las cuentas: "Si fuera Pedro Sánchez estaría enfadado", ha sentenciado Aragonès.
"Yo no le dije (a Yolanda Díaz) que se diera ninguna orden de nada, pero sí le dije que era una irresponsabilidad para los ciudadanos de Catalunya", ha relatado el dirigente de ERC que también ha declinado explicar la respuesta de Díaz a sus palabras porque cree que es ella quien lo tiene que explicar. Aragonès ha insistido en que el bloqueo de los comunes a las cuentas del Govern ha provocado que no haya presupuestos en Catalunya ni presupuestos generales del Estado, lo cual cree que tiene que hacer enfadar al presidente del Gobierno.
"No podemos hacer esperar a la ciudadanía"
El presidente Aragonès ha defendido su decisión de adelanto electoral insistiendo en el hecho de que no se puede hacer esperar a la ciudadanía ante "una sequía que necesita lo mejor de nosotros" y otras urgencias como en materia de educación, que considera que no pueden esperar. Por eso ha descartado la opción de seguir gobernando sin presupuestos aprobados y acabar la legislatura con decretos ley: "Los presupuestos eran muy buenos y expansivos".
Aragonès ha reiterado que el Hard Rock no tenía ningún tipo de relación con el presupuesto y por eso ha descartado que este sea el motivo real por el cual los comunes no le aprobaron las cuentas y ha instado a los de Albiach a dar explicaciones. El presidente ha lamentado que se ha perdido la oportunidad de acordar y negociar "unos buenos presupuestos generales, ya que ERC tenía la voluntad de hacerlo desde la exigencia porque se contemplaban aspectos muy importantes como el traspaso de Rodalies e inversiones en infraestructuras". "Pero ahora queda todo en el aire", ha vuelto a lamentar.