Un día antes del 30 de noviembre, fecha marcada en rojo en el calendario de ERC desde que en mayo se fijó el congreso nacional, Pere Aragonès ha confirmado que votará a favor de la candidatura de Xavier Godàs, Nova Esquerra Nacional, y por lo tanto en contra que Oriol Junqueras siga siendo el presidente de los republicanos. Después de la derrota el 12 de mayo, cuando ERC perdió hasta 13 escaños en el Parlamento, Aragonès reclamó que se asumieran responsabilidades individuales. Posteriormente, firmó el manifiesto de la discordia que reclamaba la renovación a ERC. En su primera entrevista como expresident de la Generalitat aseguró que era más fácil encarar una nueva etapa después del ciclo nefasto electoral para el partido con nuevas caras, y finalmente asistió con Marta Rovira y Marta Vilalta a la presentación de Nova Esquerra Nacional.

En un comunicado que ha compartido en sus redes sociales, Aragonès anima a la militancia a participar del congreso de este sábado y a dar apoyo a la candidatura que "consideren más oportuna: "Yo lo haré, por las razones que ya he expresado, a favor de la candidatura de Nova Esquerra Nacional". Aragonès, sin embargo, ha querido mirar más allá del día del congreso y fijarse en el día siguiente (siempre que una de las candidaturas supere el 50% de los votos este sábado), el 1 de diciembre. "Después de la elección de la dirección del partido tendremos mucha en trabajo a hacer y todo el mundo es llamado".

"Responsabilidad" a ganadores y perdedores

Así, ha pedido "responsabilidad, generosidad y acierto" la candidatura ganadora. Desde un primer momento, el preferido para ganar el congreso es Oriol Junqueras, una idea que se reforzó después de la recogida de avales: consiguió un millar más que su rival más directo, Xavier Godàs. El president Aragonès ve "imprescindible" la integración y la participación de las diferentes sensibilidades en la nueva etapa del partido republicano. A las candidaturas que no salgan escogidas también les reclama la misma responsabilidad "hacia el conjunto de la organización, porque al día siguiente todo el mundo seguirá siendo necesario".

Para este día siguiente, Aragonès pide un "compromiso renovado para servir mejor la ciudadanía de nuestro país y avanzar hacia la independencia y la justicia social", todo estado "orgullosos del trabajo hecho" y siente conscientes de los errores cometidos en el pasado que han llevado al partido en una situación crítica: seis meses de guerra interna, reproches públicos y acusaciones cruzadas. Quien ha sido coordinador nacional del partido (un cargo que ahora desaparece en las diferentes propuestas de dirección) se pone a disposición de la formación republicana para "ayudar al proyecto político", pidiendo a todos los militantes que estén a la altura.