Antes de empezar la sesión de control al Govern de este miércoles en el Parlament, el president Pere Aragonès ha pedido la palabra: era la primera vez que había pleno en la cámara catalana desde que se publicaron los resultados del informe PISA con una bajada estrepitosa de los alumnos catalanes. Después de la criticada primera reacción de la conselleria, corregida posteriormente, Aragonès, como también ha hecho en reiteradas ocasiones la consellera del ramo Anna Simó, ha asumido la responsabilidad del descalabro de los jóvenes catalanes en estas pruebas, mientras ha celebrado que el debate sobre el modelo educativo de Catalunya ya estaba encima de la mesa desde hace meses, como demuestra el hecho de que en el mes de junio se celebrara un pleno monográfico sobre educación en la cámara catalana. En este sentido, ha apostado para aprovechar el trabajo hecho entonces y tomar los consensos que surgieron de aquel debate como base para las medidas que se tengan que tomar para revertir una situación muy crítica. Por ello, ha anunciado también que convocará a los presidentes de los grupos parlamentarios en una reunión para comenzar a trabajar para revertir la situación: "Los acuerdos y compromisos del pleno monográfico tienen que servir para ponernos a trabajar", ha resumido.
"Es un debate que no nos coge desprevenidos y tenemos trabajo hecho sobre cómo revertir la situación. No tenemos que empezar de cero, hace tiempo que lo tenemos sobre la mesa", ha asegurado el president ante al resto de diputados, remarcando que "no tendría sentido" no tener en cuenta las conclusiones de aquel monográfico que se resolvió con un "consenso amplio sobre cuáles son las actuaciones que se tienen que hacer". En definitiva, Aragonès ha subrayado que ya hay unos "caminos trazados" y elementos de consenso que el Govern "se compromete a impulsarlos para que haya una mejora clara". Ha hecho referencia así a elementos como la necesidad de un "pacto de país", la gratuidad de la educación infantil o la defensa de la lengua catalana en el sistema educativo, sin dejar de lado problemáticas como la educación sexual o la salud mental. "Se tienen que asumir las medidas que adoptó esta cámara y dio cumplimiento y continuidad a los acuerdos del debate monográfico", ha resumido el president de la Generalitat, que ha apostado al mismo tiempo por "cambios valientes".
Reunión para avanzar en los acuerdos
Aragonès no ha dejado pasar la ocasión para sacar pecho de los cambios que se han hecho en los últimos tiempos desde el Departament d'Educació, una conselleria que ERC ocupa desde ya hace años, como un incremento de la plantilla docente o medidas para la estabilización. "Lo que nos pide la comunidad educativa y los docentes es que no tomemos medidas superficiales o para cubrir la responsabilidad política del Govern y no lo haremos", ha aclarado Aragonès, que ha descartado "electrochoques" al sistema educativo como respuesta al desastre de las pruebas PISA y ha apostado por "cambios que se produzcan con el máximo consenso y apoyo". En este sentido, ha anunciado que convocará una reunión de trabajo con los presidentes de los grupos parlamentarios para avanzar en los acuerdos que ya se produjeron en el marco del pleno monográfico del pasado mes de junio y que tienen que servir para "ponernos a trabajar".