El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado que el Consell Executiu había aprobado esta mañana los miembros de la parte catalana en la mesa de diálogo que se reunirá mañana en Barcelona. Ha ratificado, como ha adelantado ElNacional.cat, que la integrarán sólo los miembros propuestos por ERC, él mismo, con los consellers Laura Vilagrà y Roger Torrent, dado que Junts no ha aceptado retirar su propuesta que incluye dirigentes que no forman parte del ejecutivo. Con todo, ha insistido en que "la composición de la delegación estará abierta a los miembros del Govern que Junts quiera designar".
El president ha reclamado a Junts la "máxima lealtad" no a un partido u otro sino al president de la Generalitat y ha advertido que la lealtad que reclama es "de doble dirección". Ha reprochado que no ha conocido hasta el último momento la propuesta de Junts, que incluye personas que no forman parte del Govern, como Jordi Sànchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras, y que eso ha impedido negociar la propuesta.
Este ha sido el último episodio de una mañana de tensión en el Govern, que ha obligado a suspender la reunión del Consell Executiu después de que Aragonès ha vetado los nombres que Junts proponía para la mesa de diálogo. Cuando la reunión se ha reanudado, Junts ha comunicado que mantenía su propuesta, aunque ha dejado claro no sería obstáculo para que la mesa saliera adelante. El Govern ha suspendido la habitual rueda de prensa y ha convocado una comparecencia del president en la galería gótica.
Presencia de Sànchez
En la comparecencia Aragonès ha enfatizado que este reunión representa una oportunidad histórica -"se hablará, lo pueden dar por seguro, de la amnistía y la autodeterminación", ha insistido- y que no piensa dejarla perder.
Ante los reproches de Junts porque Pedro Sánchez no participará en la negociación, ha insistido en que se ha conseguido que "el presidente del Gobierno venga y se reúna para negociar y que se acepte una mesa de negociación". Ha asegurado que lo importante es que la mesa tenga la máxima relevancia, que inicialmente ya se había previsto que asistieran los presidentes en algunos momentos, y que "los dos presidentes serán al mismo tiempo o no será, para equiparar".
En relación a las protestas que ha planteado Junts, tanto dentro como fuera de la reunión, advirtiendo que el acuerdo de Govern no prevé que los miembros de la delegación tengan que ser miembros del Consell Executiu, el president ha asegurado que los últimos meses ya ha dejado claro que así tenía que ser y que el hecho de que la anterior mesa de diálogo integrara personas que no eran miembros del gabinete obedecía a que en aquel momento ya se había anunciado la convocatoria de elecciones. En más, desde Presidència se subraya que en aquella delegación, aunque no todos los integrantes formaban parte del Govern, todos ellos tenían algún cargo institucional.
Aragonès ha querido salir al paso de la crisis que ha provocado el conflicto por la designación de las delegaciones. Ha quitado hierro a la situación durante la comparecencia, ha asegurado que tiene confianza en todos y cada uno de los miembros del Govern de la Generalitat. "Este Executiu tiene mucho trabajo tenemos que afrontar una reconstrucción emocional y económica por la pandemia. Estamos trabajando aceleradamente para poder aprobar el plan de Govern en las próximas semanas", ha asegurado al ser interrogado sobre la salud del ejecutivo.
En la imagen principal, Pere Aragonès en la galería gótica durante la comparecencia / Efe