El president del Govern, Pere Aragonès, formulará una propuesta "mucho más amplia" para la autodeterminación, más allá del independentismo, durante el debate de política general en el Parlament, que tendrá lugar la última semana de septiembre. Así, Aragonès considera que "es la hora de una propuesta inclusiva de solución del conflicto político y que permita que a la ciudadanía de Catalunya se la trate como mayor de edad", según ha asegurado en una entrevista a la ACN. Una iniciativa que será "amplia e inclusiva", a la vez que el Govern "está abriendo la carpeta antirrepresiva" con el Estado español, según el president. "Soy muy perseverante, y seguiré con una vía amplia que incluya a aquellas personas que creen que los conflictos políticos se resuelven deliberando, escuchando y tomando decisiones a las urnas", ha reiterado.
Por otra parte, el jefe del Govern presentará en este debate de inicio de curso propuestas "concretas" ante un contexto que considera crítico por el "sufrimiento que están teniendo cada vez más familias para llegar a final de mes", con una inflación desbocada y creciente en plena crisis energética. Estas iniciativas se tienen que concretar con las cuentas del 2023, con las que el ejecutivo aspira a impulsar las transformaciones que se marcó al inicio de la legislatura: verde, social, feminista y de compromiso democrático.
Presupuestos: ¿con quién se pactarán?
De hecho, Aragonès también se ha referido a los presupuestos,para los cuales ha situado a la CUP y En Comú Podem como socios preferentes y como "alianzas más coherentes" para negociarlos. Aunque el curso pasado se trabajó para aprobarlos con los cupaires, haciendo valer la mayoría independentista al Parlament de Catalunya, finalmente fueron los de Jèssica Albiach quienes dieron los votos necesarios para que estos salieran adelante. Por eso mismo, desde la CUP ya se han mostrado críticos con el Govern y han asegurado que los socios reales, efectivos, no son ellos, sino los comuns y también el PSC.
Con todo, sin embargo, el president Aragonès no se plantea pactar con el PSC para las cuentas porque tienen "proyectos de país diferentes" y su objetivo es llegar a un acuerdo "con quién sea más coherente con el proyecto y los compromisos de la ciudadanía". Por eso, descarta al PSC, ya que "hay otros modelos de sociedad y de país que no son los nuestros, y sería muy difícil llegar a un acuerdo", ha razonado. Por todo ello, "no tendría ningún tipo de sentido" ir a buscar en los de Salvador Illa si el Govern tiene "alternativas" que permitirían un presupuesto "más coherente y de acuerdo con los compromisos de legislatura e investidura".
El PSC, acuerdo imposible
De esta manera, Aragonès ya ha rechazado la propuesta de Salvador Illa, que este lunes alargaba la mano al Govern para negociar los presupuestos del 2023. Illa considera que "sería bueno" que las cuentas del año que viene tuvieran el apoyo "el más amplio posible", y por eso ha explicitado su voluntad "de iniciar conversaciones en este sentido". Así, a diferencia del president, el jefe de la oposición ha negado que sumar varias fuerzas para aprobar las cuentas sea difícil, y ha puesto como ejemplo el acuerdo para el catalán al cual llegaron PSC, ERC, JxCat y En Comú Podem en el Parlament. "No sé si es lo que conviene más a mi partido político, pero sí que es el que conviene a Catalunya", ha reivindicado al dirigente socialista, que ha insistido en que su oferta va "de verdad".
Con todo, antes de vacaciones, el conseller de Economia, Jaume Giró, ya concluyó la primera ronda de contactos para elaborar el presupuesto del año que viene. La voluntad del Govern es que las cuentas puedan entrar en vigor el 1 de enero del 2023, y Aragonès no prevé "ningún recorte". "Serán unos presupuestos expansivos", se ha comprometido.